Enderezó el rumbo y transitó con mayor frecuencia la ruta de los triunfos, lo que lo transportó al territorio más codiciado. En las últimas semanas La Unión imprimió una racha productiva, que incluyó 5 victorias en 6 presentaciones. Este escenario positivo lo introdujo en el 4º puesto, que permite acceder directamente a los cuartos de final y al torneo Interligas. No obstante esta coyuntura, la institución formoseña decidió realizar una modificación en su estructura al incorporar al base Matías Ibarra, quien ocupará la ficha que correspondía a Nicolás Aguirre.

El refuerzo viene de desempeñarse en Libertad, donde arribó como reemplazo temporario por el lesionado Juan Pablo Cantero. En la entidad de Sunchales disputó 18 encuentros, con una media de 6,7 puntos, 1,8 asistencias, 1,9 rebotes, 51,2% en dobles, 31,2% en triples y 19,6 minutos. El base cordobés debutó en la Liga Nacional con el Deportivo Roca en la campaña 98/99, completando 5 años en la competencia, con pasos por Quimes, en 1999 y 2002, y Boca, hasta 2003. Por lo cual La Unión representará su quinto elenco en el básquetbol profesional de Argentina.

LNB.com.ar entabló dialogo con el entrenador Gabriel Piccato, con la meta de adentrarse en los fundamentos de esta decisión. El técnico expuso con su habitual claridad y paciencia discursiva sus concepciones. En primer término el mandamás del plantel formoseño explicó que “siempre voy a resaltar las virtudes que nos dio Aguirre. Cuando uno hace un cambio sabe que deja cosas positivas, ya que el jugador que se va aportó su capacidad, pero tenemos la esperanza que el elemento entrante pueda dar lo mismo y suplir otras, sino no realizaríamos el cambio. Tras un montón de horas de discernimiento esta apuesta se va a aclarar por dos factores: tiempo y resultados. Eso se va a ver al final, mientras tanto nos mantiene en píe la esperanza que todo lo que hagamos será para mejor. Es una cuestión de óptica, gustos y visión”.

Asimismo, LNB.com.ar se contactó con el responsable del básquet de La Unión, Mario Romay, quien contó que “estábamos buscando un base con más conducción y prolijidad, fue un pedido del cuerpo técnico y como dirigencia lo respaldamos”.

Piccato continuó compartiendo su punto de vista y su análisis minucioso y cuidado. El entrenador deslizó las cualidades de Ibarra que lo sedujeron al afirmar que “es un jugador con aceleración para el contraataque, que puede conducir en el estacionado y un camino recorrido que le otorga conocimiento y experiencia. Asimismo, Matías dispone de poder de gol en la mano, una característica que para mi deben tener los bases, ya que sus intervenciones en ofensiva son más escasas, pero en situaciones particulares desnivelan los encuentros con sus anotaciones”.

Por último, el técnico santafesino de 39 años se refirió a la actualidad y futuro inmediato de La Unión en el torneo al esbozar una teoría muy interesante: “Cuando un equipo empieza a jugar desde la seguridad no es saludable, te hace débil, por eso hay que estar siempre al límite. Reconocemos que el presente es bueno, pero hasta que no termine el último segundo del sexto partido que resta no podés dar por ganado ni perdido. Los análisis se hacen a posteriori, durante sólo hay que competir y batallar. Es fácil decir y difícil hacer”.

Informe: LNB.com.ar