En dos frentes. Julio César Lamas, técnico de la selección y del líder Obras, disfruta de un gran momento y comienza a vivir la cuenta regresiva del Preolímpico. Con respecto a la situación de Fabricio Oberto, declaró que «si hay garantías médicas totales, haré todo lo posible para que esté.» aunque afirmó que «en este momento, mi cabeza está en Obras”.
Se oye, detrás, un sonido insistente: un piano, que hace un ratito lucía desarmado, repiquetea mientras procuran afinarlo. No es exactamente armonioso lo que se cuela en la conversación, pero Julio Lamas ni se inmuta. Está aquí, en Córdoba, para participar del Juego de las Estrellas, aunque resulta imposible no observarlo como un hombre de dos cabezas: el que dirige a Obras, puntero de la Liga Nacional, y el que conducirá a la selección argentina hasta 2014, con un Preolímpico de Mar del Plata que ya se palpita. “Me pasa, por momentos, que sigo a un jugador de la Liga o que presto atención a algunos de nuestros NBA y me encuentro pensando en el Preolímpico, imaginando de a poco ese torneo, el equipo. Lo que pasa es que la selección no es tiempo completo: en este momento, mi cabeza está en Obras”, plantea.
Lejos de los secretos, Lamas ya aseguró siete de los 12 jugadores que irán a “Mardel”: Ginóbili, Delfino, Scola, Nocioni, Prigioni, Jasen y “Leo” Gutiérrez. “Si están en buenas condiciones y disponibles, serán parte del equipo. ¿Para qué generar un misterio con algo que está decidido? Eso me permite enfocarme en los otros cinco jugadores, que también serán muy importantes: para esos cinco puestos estoy siguiendo entre 10 y 12 hombres”, describe.
¿Cómo está la situación de Fabricio Oberto? ¿Habló con él en los últimos días?
Con Fabricio hablé un par de veces. Mi posición es que si hay garantías médicas totales, haré todo lo posible para que esté. Si no hay garantías totales, no voy a hacer nada: la persona está por encima del resultado deportivo. Él está agotando las instancias para ver si estará con los cortos. Todo depende de los resultados médicos.
Suenan “Pepe” Sánchez y Wolkowyski para la selección, pero “Pepe” dice que aún no está decidido.
“Pepe” y Wolkowyski están dentro de los jugadores que sigo. “Pepe” renunció a la selección en 2006: él decidió retirarse. Si está disponible, veremos si es seleccionable. Hasta acá, toda la decisión ha sido suya.
¿Él debería dar el primer paso para ser convocado?
No. Llegado el caso, si yo creo que es él quien tiene que jugar, lo hablaremos. Lo que digo es que se retiró, por decisión propia, de la selección.
Entre los otros posibles reemplazantes de Prigioni están los cordobeses Figueroa y Juan Fernández, además de Porta y Stanic. ¿La lista se cierra ahí?
Son sólo algunos nombres. Estoy siguiendo a otros, como quienes irán a los Panamericanos. En el puesto de base, la lista es la más larga. El segundo base del equipo cambió en los últimos tiempos: los acompañantes de Prigioni han sido diversos. Sigo a cinco o seis jugadores para tres puestos en el juego interior y a las dos fichas restantes las ocuparán perimetrales: puede ser un base y un alero o dos bases. Y estoy atento: puede pasar que un jugador haga unos extraordinarios playoffs y se gane un lugar. Los nombres que tengo son los siete que ya confirmé. Y Oberto, cuyo caso también está explicado.
¿Trabajará con una lista lo más cercana a los 12 que irán el Preolímpico?
Me encantaría tener 12, pero no voy a poder. Lo que antes describí con el segundo base no me lo permite. Eso sí, voy a tratar de que la nómina sea lo más chica posible. Mientras más certezas tenga, más corta va a ser la lista. Es duro para un jugador estar preparándose un mes y no quedar en el equipo.
Vaccaro, presidente de la Cabb, dice no hay una fórmula: les fue bien con Magnano full time, Hernández part time y usted alternará las dos opciones. ¿Qué es lo mejor?
No hay una fórmula que asegure el éxito. Por diferentes cuestiones de la Liga Nacional y del momento de la selección, es mejor que el cargo sea full time. Pero no es blanco o negro, posible o imposible. Es simplemente mejor. Por eso yo planteé el tema y mi contrato es un año y medio de part time y dos años a tiempo completo. Creo que es lo más adecuado.
Obras cambió sus objetivos
A seis fechas del final de la fase regular, Lamas y Obras disfrutan de un presente de ensueño: están primeros en la Liga Nacional, un puesto muy superior al objetivo con que arrancaron la temporada. “Siempre es más lindo estar por encima de las expectativas. Igual, la nota se pone con el torneo terminado. Se cumplieron pequeños exámenes y, de un proyecto que tenía como idea no sufrir, pasamos al objetivo de estar entre los cuatro primeros. Hasta que ese objetivo no esté cumplido no nos pondremos otro. Tenemos que terminar bien la fase regular y ganar los cuartos de final”, dice.
Para Lamas, el momento bisagra se dio en febrero, cuando ganaron seguido frente a rivales a los que les tenían mucho respeto. “Juan Gutiérrez confirmó las expectativas optimistas, los extranjeros estaban acostumbrados a las responsabilidades, y el rendimiento de Cequeira y Alloatti más la llegada de Osimani nos convencieron de que estábamos en el lote de equipos que tratan de discutirle la hegemonía a Peñarol”, agrega.
“Nuestra virtud es la regularidad: no estuvimos ni un minuto fuera de los cuatro primeros. Y en el juego, tenemos goleo repartido: no somos predecibles ni dependientes de una sola cosa”, se enorgullece.
Peñarol, el equipo a derribar
Para Lamas, Peñarol marcó el rumbo de la Liga en el último año y medio. “Es el que ya demostró capacidad. Luego se generaron otros aspirantes a semifinales: Obras, Atenas, Libertad, Regatas, La Unión o Lanús. Son muchos para esos tres lugares. A ‘semis’ llegan equipos buenos. Y de buenos a campeón hay un trecho”.
Entrevista: Gabriel Rosenbaun – MundoD