Sergio Oveja Hernández habló sobre lo que espera alcanzar como entrenador en el futuro cercano, lo que sucede con el Preolímpico Mar del Plata 2011 y el futuro del básquetbol argentino. «La verdad es que tengo ganas de hacer una experiencia afuera, más precisamente en Europa», declaró el entrenador de Peñarol de Mar del Plata.

Todos aquellos que pudimos ver de cerca a Sergio Hernández en su doble rol de entrenador del seleccionado argentino y del club Peñarol, sabemos lo que fueron esos años de desgaste.

«Siento que estoy agotado», había dicho tiempo atrás el entrenador bahiense al recibir una licencia por stress de 15 días por parte de Domingo Robles, presidente del equipo Milrayitas.

No sólo los viajes, las competencias fuertes y la presión obligaron a parar al Oveja. El fallecimiento de su padre en plena competencia de Liga Nacional y el alejamiento del seleccionado nacional tras siete años ininterrumpidos, fueron otros dos factores que lo hicieron detener y reflexionar sobre su futuro.

Hoy, Hernández, tiene respuestas. O al menos tuvo tiempo para reflexionar sobre lo que quiere para su futuro, dialogar con su familia y observar nuevos horizontes. En una nota exclusiva con ESPNdeportes.com, Oveja habló sobre lo que espera alcanzar como entrenador en el futuro cercano, lo que sucede con el Preolímpico y el futuro del básquetbol argentino.

Hace poco tiempo dejaste la selección argentina, has ganado muchísimo con Peñarol en Argentina y el continente, y ese pico de stress que te diagnosticaron debe haber dado espacio para la reflexión. ¿Estás con ganas de un nuevo desafío como entrenador?
La verdad es que tengo ganas de hacer una experiencia afuera, más precisamente en Europa, de un nivel más elevado de la que hice en el 2003, que fue una segunda división. Fue una linda experiencia pero hoy me gustaría hacer algo un poco más desafiante. Me gustaria que sea en un equipo de primera categoría, no digo de primera línea porque, por ejemplo, Regal Barcelona y Real Madrid no miran hacia estas tierras cuando seleccionan a un entrenador…

¿Te tentaron de algún club en particular?
No, siempre hay cosas que van apareciendo. Hay sondeos, pero por ahora nada claro. Hay una serie de equipos que sé que no van a mirar para este lado, y los comprendo. Van a esperar que un argentino brille en otro lado y luego entonces sí, le darán una chance. Así pasó con Julio Lamas en el Real Madrid, por ejemplo.

¿Lo que más te interesa es la Liga de España o la de Italia?
Te diría que lo que más me interesa es la ACB, pero no descarto otras posibilidades. Soy un entrenador que valora muchísimo el día a día, la comunicación con el jugador. Me cuesta entender esos equipos rusos con tres eslovenos, dos rusos, dos estadounidenses…

Una mezcla cultural tan grande que termina siendo perjudicial…
Y sí, porque hay distintos idiomas, ahí sólo se trata de dar los sistemas y jugarlos. No digo que nunca lo vaya a hacer, sólo que si puedo elegir prefiero lugares donde todos hablemos el mismo idioma y podamos construir algo interesante. No me quiero convertir en esos entrenadores en los que dos mas dos es cuatro, para mí a veces es cinco.

RUMBO AL PREOLÍMPICO DE MAR DEL PLATA
Sergio, como ex coach de la selección argentina… ¿Qué significa que la competencia se lleve adelante en Mar del Plata?
Como ex entrenador del equipo nacional, pero también como parte del básquetbol argentino, creo que este es el mejor torneo que el país puede tener en la actualidad. Todavía no estamos en condiciones de organizar un Mundial o un Juego Olímpico, pero este torneo es un gran privilegio para nosotros. Tenemos la suerte que hoy en día muchas figuras de América están jugando en competencias de primerísimo nivel. Además, toca en una ciudad como Mar del Plata, en la que yo estoy hace varios años y le tengo un cariño especial. En definitiva, creo que es una oportunidad histórica…

Precisamente hablás de Mar del Plata… ¿Cómo ves a la gente de la ciudad respecto al torneo? ¿Está contagiada de la fiebre del básquetbol?
No sólo a Mar del Plata, veo a todos los argentinos entusiasmados con el Preolímpico. Lo vemos en cada lugar en el que vamos. Muchos deben pensar que estoy en la organización, porque todo el tiempo me piden entradas para ver el torneo (risas). No tengo dudas que cuando salgan a la venta las entradas se van a agotar en cuestión de días, será siempre a cancha completa. La gente de Mar del Plata no se lo quiere perder, ya vivió hace un tiempo la final de la Copa Davis y está acostumbrada a eventos importantes, ya sea deportivos o culturales. Quizás es por eso que hoy por hoy no se vea tanto furor en las calles, porque hay tanta oferta aquí que todos los eventos tienen su lugar y su tiempo.

¿Éste es el mejor momento de Mar del Plata para organizar un torneo así?
En materia de básquetbol, sin dudas. Hace algunos años estaba la fiebre de Quilmes-Peñarol, ahora tiene a Peñarol en los puestos más importantes de la Liga Nacional y ganando torneos dentro y fuera del país… la gente siente y se contagia con este deporte desde hace un buen tiempo. Mar del Plata es una de las ciudades de Argentina donde el básquetbol se consume de manera masiva, y creeme que no son muchos los puntos del país en los que podemos decir lo mismo.

¿En materia de competitividad cómo lo ves? Argentina es un gran candidato a conseguir una de las plazas a Londres 2012.
Vamos a tener que esperar a que se defina el equipo completo de Argentina, pero esperemos que Julio Lamas pueda tener a todos los jugadores que cite. Sobre todo que no tengan problemas de salud y que no tengan trabas de los clubes. Eso sí, creo que si Argentina logra coordinar todo el talento que tiene, no tengo dudas que es candidato clave, no sólo para clasificar sino para quedarse con el puesto de privilegio.

De todas maneras, soy de la idea que siempre hay que jugar. Puerto Rico es un rival peligrosísimo, República Dominicana también, Brasil tiene otro equipazo…

Lo que se dice, un cruce de estilos.
Totalmente, es así. Los argentinos generalmente sufrimos mucha más presión de manera natural, y ahora podemos pagarlo un poco más por el hecho de ser locales. Nosotros no nos conformamos con nada que no sea lo máximo. No digo que los dominicanos o los puertorriqueños no sean así, pero lo que sucede es que juegan más desinhibidos, lo llevan de otra manera. Eso a veces los convierte en vulnerables, porque aquí se requiere concentración máxima, pero también los transforma en altamente peligrosos, porque por momentos rozan un nivel de inconciencia tan grande que pueden ser letales. Si un equipo como Dominicana viene con Charlie Villanueva, Al Horford, Francisco García, Jack Michael Martínez… también son de primerísima línea, y si te agarran en un día que se divierten, pueden ser maravillosos. Creo que será un torneo de muy alto nivel.

HACIA DÓNDE TIENE QUE IR ARGENTINA
¿Crees que éste es el momento del recambio para el seleccionado nacional?
Estamos confundiendo a la gente desde hace un buen tiempo diciendo que la selección es la que tiene que encargarse del recambio generacional. Ese es el último eslabón, por eso selección es selección, elegir. Se está haciendo un fuerte trabajo en la federación que está en manos de Enrique Tolcachier, que incluye los trabajos con categorías menores, plan de altura, etc. Pero la pregunta es: ¿de dónde se sacan esos jugadores? Aún a los chicos con potencial, hay que trabajarlos mucho. Creo que los que tienen que empezar a trabajar bastante mejor son los clubes, que en Argentina han dejado de darle importancia al reclutamiento…

Lo que se dice, el ganar por ganar.
Sí, eso por un lado, pero también la comodidad. Para qué voy a invertir en un chico si puedo comprarlo hecho. Invierto seis o siete años en un joven y luego se me va. Como todos empezaron a pensar de esta manera, hoy no existe el lugar de dónde comprar a los jugadores.

Repito: los que tenemos que cambiar la cabeza somos los clubes, y cuando hagamos el click entonces vamos a potenciar la selección nuevamente. El cambio es de abajo hacia arriba.

Entrevista: Bruno Altieri – ESPNDeportes.com