El turco arrancó con los cuatro extranjeros en cancha y en un ratito estaba diez puntos abajo. A los foráneos les cuesta defender y eso el rival lo sabe de sobremanera.
Pero cuando comenzaron los cambios se revirtió la situación. Ya Quilmes no jugó tan cómodo y el barbado Nicholas Wiggins se sintió más cómodo y anotó ocho valiosos goleas para que Argentino pasara a ganar 20-19.
Los segundos diez minutos fueron completamente distintos. A Argentino le costó ajustar la marca hacia el perímetro y recibió cinco lapidarios triples (Maciel y Fernández, 2 cada uno y Ortiz) que mandaron al Cervecero ganador al vestuario por 39-36.
El inicio del segundo tiempo fue un calco del primero. Argentino, con el cuarteto extranjero en cancha, no pudo bajar un rebote defensivo. Quilmes le tomó hasta tres y cuatro en un mismo acto.
Cuando el Turco mezcló nacionales con foráneos, cambió la cara y resurgió la tarea de Nicholas Wiggins que ganó en los dos cristales y dio espectáculo. Detrás suyo se encolumnó Argentino que pasó a ganar 58-54 frenando a un Quilmes que no pudo cambiar el aire y se quedó sin gol.
Y el cierre fue a toda orquesta para el dueño de casa. Apareció Guido Mariani (2 triples, 3 dobles, 3 simples) que se va erigiendo como el tirador del equipo para que la diferencia sea casi de 20 puntos y asegurar la victoria mucho antes de la chicharra final.
Por supuesto que Quilmes la peleó hasta el final y Argentino lo supo cerrar, pero la suerte visitante ya estaba sellada de antemano.
Prensa Argentino de Junín