Atenas de Córdoba debutó de la mejor manera en las semifinales 2010-2011 con una tremenda goleada, 76-56, sobre Quimsa de Santiago del Estero. Greg Leiws, con 14 puntos, fue el goleador de la noche. El segundo juego de la serie, al mejor de 5 partidos, se disputará el viernes en el mismo escenario.

Si la primera impresión es la que cuenta, anoche Atenas dejó la impronta de un equipo voraz. Y en playoffs, eso cotiza por las nubes. Una vez que calmó la ansiedad y controló al tándem Lo Grippo-Tintorelli, fue un equipo impiadoso, que no aflojó ni un cachito el pie del acelerador. Tanto, que en el tercer cuarto se impuso por un casi irreal 21 a 2, con una defensa que sacó de las casillas (y del partido) a Quimsa.

Los últimos 10 minutos estuvieron casi de sobra: salvo por un parcial de 8-0 para los santiagueños (acortaron a 17), Atensa se floreó y redondeó un clarísimo 76 a 56, con el público que colmó el Cerutti pivoteando entre el “Dale campeón” (un hit inagotable) y el “Vamos los pibes” (los chicos de la cantera terminaron en cancha).

En realidad, hubo un partido que duró hasta que Lo Grippo clavó un triple que le dio ocho de ventaja a la visita (25-18), que marcaba el paso con el rosarino y Damián Tintorelli en la zona pintada. El ingreso de Juan Manuel Rivero motorizó el, hasta entonces, enmarañado ataque griego: “el Pitu” le dio la delantera a los conducidos por Sebastián González (31-29), que imprimieron otro sello con un quinteto nacional y muy joven (Gerbaudo, Rivero, Gerlero, García y Orlietti) y lograron un parcial de 14-4. Quimsa lo igualó en 33 con un doble de Cavaco y una corrida de Mázzaro, pero Diego Gerbaudo, en otro momento clave del juego, metió un triplazo a 1 segundo del cierre de la primera mitad, para irse al descanso 36-33 y con el ánimo en alza.

La vuelta del vestuario marcó un abismo. Ante un rival que venía de ganar sus últimos tres partidos de visitante en playoffs (uno ante Estudiantes y dos frente a Obras), Atenas salió con los colmillos afilados. Y se lo comió crudo. No lo dejó pensar, lo molestó hasta el cansancio (hizo su único doble a 6m50s del inicio del cuarto) y, encima, le convirtió casi como quiso, con goleo de seis hombres distintos (incluido un triple festejadísimo de Lescano, que venía peleado con el aro). Ese período monumental, que terminó con diferencia de 22 (57-35) marcó el fin: ya estaba todo dicho.

Aunque parezca una frase hecha, el Atenas de anoche se pareció al de finales de 2010 y al de algunos momentos inspirados de 2011: el equipo solidario y larguísimo, en el que cuesta encontrar una sola figura destacada, y que muerde como león en defensa y se presta la pelota en ataque. Un Griego ambicioso que dio su primer paso hacia esa meta que se puso: llegar a su tercera final consecutiva.

Síntesis:
Atenas: Bruno Lábaque 2, Matías Lescano 5, Miguel Gerlero 11, Gregory Lewis 14, James Williams 11, Pablo Orlietti 5, Diego Gerbaudo 5, Juan Manuel Rivero 8, Mariano García 11, Bruno Barovero 2, Felipe Pais 2, Bruno Colli 0. DT: S. González

Quimsa: Nicolás Aguirre 2, Federico Marín 5, Diego Cavaco 10, Diego Lo Grippo 9, Damián Tintorelli 9, Julio Mázzaro 9, Dionisio Gómez 7, Jonatan Treise 0, Nahuel Melián 3, Alexandro Fermani 2. DT: Carlos Romano

Crónica: Mundo D
Fotos: Germán Ruiz – interbasquet