Libertad festejó ante La Unión

Libertad derrotó con holgura al equipo formoseño, imponiéndose 91 a 76 en el Hogar de los Tigres. La formación aurinegra cercenó las esperanzas visitantes en el último cuarto con un determinante parcial 28 – 16 que le posibilitó cerrar con comodidad el duelo. Martín Cuello fue el goleador con 22 puntos y 6 asistencias aunque hubo varios jugadores que mostraron un gran nivel: Agustín Caffaro tuvo un despliegue fenomenal aportando 19 unidades, y Nicolás Copello sumó 17 y 5 asistencias.

Libertad fue un verdadero tsunami en el arranque del partido. Con una gran eficiencia en los disparos (un 60%), corriendo la cancha cuantas veces pudo y un Caffaro intratable que volcó cada pelota que tuvo en sus manos (8), los Tigres estamparon un contundente 16-0 en 5′ ante un rival desorientado que no acertaba una. El entrenador Gabriel Piccato, viendo que el equipo no reaccionaba, hizo sentar a los cinco iniciales y logró alguna respuesta del banco, aunque el dueño de casa atravesaba un gran pasaje, estirando la diferencia a 19 (21-2) con la producción de Cuello y Kelley, cerrando con una holgada diferencia en su haber (25-9). Pero la inmensa superioridad aurinegra de los primeros 10′, se diluiría en el tramo inicial del segundo capítulo con un rival que empezó a corregir los desaciertos ofensivos. Luego de un triple tempranero de Zago, La Unión impondría un 0-10 que limó la desventaja a 9 (28-19) con el sacrificio de Wright en la pintura y los rompimientos de Elsener. Pero la explosión formoseña se apagó en la segunda mitad del período cuando el local recuperó la memoria para reconstruir la diferencia que había podido gozar en los minutos iniciales. Con un goleo sumamente distribuido, Libertad se retiró al descanso largo por 16 arriba (48-32). La Unión iba a demostrar en el tercer cuarto que aún tenía resto y energía suficiente para revertir tamaña diferencia. Maldonado y Williams (19 entre los dos) lideraron las ofensivas formoseñas que terminaron redondeando un 15-28 en 10′ que los acercó a 3 (63-60) antes de retirarse al descanso corto. Fue el peor pasaje aurinegro que recién pudo quebrar la sequía a los 5′ de juego y le costó horrores poder convertir. Con ese panorama, todo preanunciaba que el capítulo definitorio iba a ser palo y palo. Pero sucedió lo contrario. Los Tigres arrancaron con una garra muy afilada y descerrajaron 3 escopetazos seguidos (Copello, Zago y Cuello) para alejarse a 10 (72-62) en poco más de 2′ de juego. Pero lejos de serenarse, los dirigidos por Saborido continuaron acrecentando la brecha ante un rival que volvió a caer en un pozo depresivo. A falta de 4′, ganaba por 16 (80-64) con un contundente 17-4 que reflejaba la anorexia visitante. La espectacular volcada de Caffaro en la cara a Wright segundos después sonó a sentencia. El tramo restante solo sirvió para que los simpatizantes aurinegros, que están concurriendo en buen número al estadio, gozaran de un equipo que contagia, transitando una excelente campaña en esta temporada 2018/19. Prensa Libertad