Argentina no pudo ante la excelente defensa de España, terminó perdiendo 75-95 y finalmente se consagró subcampeón en el Mundial de básquetbol desarrollado en China.

No obstante, más allá de la derrota en la final, la Selección Argentina que tuvo en sus filas a los marplatenses Patricio Garino y Luca Vildoza, realizó un extraordinario torneo, llegando mucho más lejos de lo que la “cátedra” esperaba.

Fue así que con un básquetbol de excelencia, Argentina llegó a la final ganando sus primeros siete partidos, incluidos aquellos ante equipos que llegaron a China como grandes candidatos, tales los casos de Serbia (cuartos de final) y Francia (semifinal).

Pero en la final España logró lo que nadie había hecho hasta aquí: incomodar a Argentina.

Los europeos, que sorprendieron con Pierre Oriola en el quinteto inicial, arrancaron más finos el juego y rápidamente tomaron ventaja de 0 a 7, con paciencia en ataque y una férrea defensa sobre Luis Scola(al capitán literalmente lo “borraron” del partido).

Iban 3′ cuando Sergio Hernández tuvo que pedir minuto para intentar corregir a la defensa argentina, que a esa altura le permitía convertir con comodidad a España, que estaba 2-12 al frente en el tanteador.

Pareció que España se escapaba demasiado fácil en el marcador hasta que apareció Nicolás Brussino para acortar distancias con dos bombas seguidas desde afuera (8-14).

Entonces Argentina endureció su defensa, “secó” a su rival y siguió acortando distancias (13-14) con mucho esfuerzo, porque España no cedía en la defensa de su propio canasto.

Sin embargo, el elenco ibérico retomó el control a partir de una buena rotación, volvió a cerrarle todos los caminos al gol a Argentina y se llevó el primer cuarto con una ventaja de 9 puntos (14-23)

Esa supremacía española se acentuó en el segundo cuarto y por eso la luz de diferencia en el marcador se fue agrandando (14-31).

Con 7 tantos seguidos de Nicolás Laprovíttola Argentina logró reducir en parte la renta española (21-31). Pero siempre estaba flotando la sensación de que se jugaba a lo que España quería. Argentina estaba incómoda en cancha. Como nunca en este Mundial en el que dominó las acciones en todos sus partidos anteriores, inclusive ante potencias como Serbia y Francia.

Aún así, sin un juego fluido pero con el corazón de siempre, los de Sergio Hernández metieron otra ráfaga anotadora y limaron parte de la ventaja (27-35). Aunque al descanso largo se fueron con España arriba por 12 (31-43).

El reinicio del juego fue como una puñalada a la ilusión Argentina. Porque con un Marc Gasol dominante, en un abrir y cerrar de ojos, España llevó a 22 su renta (33-55).

Los europeos manejaron el trámite a voluntad y entraron al último cuarto con una cómoda ventaja (47-66) para rematar su faena en los últimos diez minutos.

Argentina echó el resto en el último segmento del juego. Limó distancias (56-68) en el inicio de ese último cuarto y esbozó una reacción. Pero a España no le tembló el pulso, controló los embates argentinos y liquidó la historia.

Así España se quedó con su segundo título mundial en suelo asiático (ya había sido campeón en Japón 2006) y Argentina con una notable medalla de plata. Pero además, Argentina es uno de los 8 elencos que tienen su plaza oímpica asegurada de cara a Tokio 2020.

Argentina inició el juego con Facundo Campazzo, Nicolás Brussino, Patricio Garino, Luis Scola y Marcos Delía.

Y España lo hizo con Ricky Rubio, Rudy Fernández, Pierre Oriola, Juancho Hernangomez y Marc Gasol.

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Crónica: Diario La Capital