En la reunión preliminar preparatoria para la próxima Asamblea Ordinaria de la AdC, representantes de diez equipos de la Liga A establecieron pautas novedosas para la temporada 2008/2009. Un tercer extranjero optativo y playoffs para definir los descensos fueron las resoluciones salientes del mitín. Off the record se barajó la posibilidad jugar por un torneo con 18 equipos, para emparchar las desprolijidades suscitadas en la última fecha de la Fase Regular.

La reunión se llevó a cabo en el hotel Imperial Park de Buenos Aires. Estuvieron representados Atenas, Boca, Gimnasia, Independiente, Libertad, Obras, Penarol, Quilmes, Quimsa y Regatas.

Con la intención de bajar el valor de los contratos de los jugadores nacionales, fue decidido por mayoría (7 a 3) la inclusión de un tercer refuerzo extranjero, aunque optativo. Dos jugadores foráneos serán obligatorios, y entre las fichas mayores podrá sumarse uno más.

De manera provisoria, al menos hasta que sean definidos los calendarios de las competencias internacionales, se optó por mantener el sistema de competencia con dos partidos por fin de semana. Se impuso también la iniciativa de que en todos los estadios haya una ambulancia durante la disputa de los juegos.

El tema del descenso no estuvo ausente. Se resolvió endurecer las penas por los cortes de luz circunscritos a los escenarios de juego, pasando de los actuales 5.000 pesos a 25.000 en la Fase Regular y 50.000 en la postemporada. Además, como era esperable, se reestableció el sistema de playoffs para definir qué equipos perderán la categoría.

Por lo bajo sigue cobrando cada vez más fuerza la alternativa de que la próxima competencia tenga, transicionalmente, 18 planteles, y se produzcan cuatro descensos a su culminación. Esto como manotazo de ahogado para paliar las deficiencias evidenciadas en la Fecha 30 del torneo, cuando en una situación confusa Belgrano perdió la categoría a manos de Independiente… que le ganó a los juveniles de Estudiantes luego de un corte de luz. El principal beneficiado sería Central Entrerriano, que fue el único que de manera incuestionable perdió su lugar en la elite.

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