República Dominicana trabajó lo suficiente para aventajar a Uruguay 84/76 y meterse decididamente en la conversación por las dos plazas para Londres 2012. Sin Edgar Sosa, ya fuera del torneo, Alfredo Horford fue la gran figura con doble figura: 23 puntos (7/11 dobles, 9/10 libres) y 14 rebotes. En Uruguay se lesionó Reque Newsome faltando 4 minutos. Su mejor representante fue Martin Osimani (22 puntos, 6/9 dobles, 3/10 triles y 6 asistencias). El y la fuerza de Sebastián Vázquez mantuvieron el partido vivo hasta el final pese a los 8 puntos de distancia final.
El primer tiempo fue equilibrado: cuarto inicial fue oriental y el segundo para los caribeños. Uruguay fue físicamente más chico que su adversario y por lo tanto perdió la lucha en los rebotes porque a los que tomó Horford se le sumaron los 13 de Jack Michael Martínez para un total de equipo de 45/31.
Además, sin Aguiar, Uruguay intentó mucho de 3 puntos y no tuvo eficacia con 4/23 desde los 6,75.
El tercer cuarto se abrió con el optimismo por el cierre del primer tiempo donde Elpidio Fortuna (Leones de Santo Domingo) clavó un triple sobre la chicharra que puso a Uruguay abajo apenas por 2 puntos.
Ese parcial también fue disputado. Y el desequilibrio vino en el tramo final donde Dominicana visitó la línea nada menos que 21 veces y aprovechó el viaje en 15 oportunidades. Eso y los rechazos ofensivos (5 en ese lapso), le dieron el éxito y la clasificación ante el aguerrido Uruguay.
El guardia celeste Martin Osimani enfatizó que “tenemos dos partidos por delante y no podemos mirar más esto (refiriéndose a la planilla del juego con Dominicana). En realidad, uno solo porque mañana tenemos el partido más importante de nuestra generación (ante Canadá) y tenemos que dar vuelta la página hoy”.
En conferencia de prensa, John Calipari, entrenador dominicano, dijo que “Uruguay jugó muy bien. Para nosotros fue un partido muy duro emocionalmente. Recién estamos superando lo que le pasó a Edgar Sosa. La buena noticia es que se está recuperando y estamos a punto de ir al hospital”.
Crónica: Prensa Mar del Plata 2011