Escándalo en puerta en la Liga Sudamericana. Una vez más el consulado brasileño negó las visas a los refuerzos extranjeros de Regatas Corrientes y la Final fue suspendida.

En la Semifinal pudo haberse alegado sorpresa, negligencia o improvisación. Pero ahora no se explica con argumentos razonables que se complique un trámite habitual y sencillo, como el otorgamiento de la autorización consular para que dos jugadores norteamericanos de un equipo argentino ingresen al país vecino. Regatas ya jugó una vez en territorio brasileño sin refuerzos, y obtuvo una victoria épica. Pero no se trata de ser héroes, sino de no dar ventajas a un equipo, Flamengo, que demostró en la serie ante Boca que de local es poco menos que invencible. La presión de la torcida y el localismo que en todo el torneo evidenciaron los árbitros son suficientes factores favorables a los cariocas como para sumarle un rival carente de foráneos.

La posición de Regatas es clara: Ramzee Stanton y Clarence «Chuckie» Robinson deberán ingresar al país vecino para que la Final se juegue. El Comité Ejecutivo de CONSUBASQUET parece darles la razón en principio, ya que fue oficialmente suspendida la definición del campeonato hasta que el inconveniente diplomático se solucione. Lo único cierto es que todo indica que el martes 15 Regatas y Flamengo no se verán las caras.

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