Ginóbili entrena en Bahía

Mientras el comisionado de la NBA David Stern cancelaba las primeras dos semanas de temporada debido al lockout, y los jugadores inundaban sus cuentas de Twitter con un mensaje común (‘LET US PLAY’), uno de los mejores escoltas de la tierra, Emanuel Ginóbili, se divertía entrenando en Bahía Blanca.

«Es un gran placer para mí estar acá, es uno de los privilegios que me da Bahía Blanca. Entreno con un equipo de Liga (Weber Bahía Estudiantes), con grandes jugadores y amigos de mi ciudad. Estoy feliz de poder ayudarlos y de ganar forma, porque en dos semanas y media no había hecho nada. Creo que es una situación en la que todos ganamos», señaló Manu Ginobili, escolta de los San Antonio Spurs, quien realizó su segundo entrenamiento en una semana con el equipo que lidera Pepe Sánchez, uno de los valores que lo acompañó a lo largo de su carrera en equipos de formativas y selección.

La práctica de Manu fue de menos a más. Entre risas, aprovechó los minutos previos al arranque para acercarse a las tribunas del estadio Osvaldo Casanova y sacarse fotos con los pocos privilegiados -no más de cinco- que se habían sumado a las tribunas para seguir de cerca los movimientos del equipo.

Luego de algunos lanzamientos de calentamiento, empezó a ensayar los sistemas de Weber Bahía Estudiantes. Su capacidad para asimilar los conceptos y ejecutarlos quedó evidenciada cuando, a sólo minutos de mover con los juveniles, empezó a encontrar huecos para salirse de la estructura.

«Siempre cuando llega nos pregunta qué vamos a hacer, cómo lo vamos a hacer y por qué. Absorbe los sistemas del equipo con enorme velocidad y en cada práctica su actitud y buena voluntad para darnos una mano nos llena de orgullo. Es un enorme placer tener a Manu entrenando con nosotros», señaló José Luis Pisani, entrenador de Weber Bahía Estudiantes.

Una mirada oblicua que escapa de las estructuras rígidas. Ginóbili, en ofensiva, luce como un virus que quiebra el orden establecido y se desparrama para contagiar a los que están alrededor. Sus ofensivas lacerantes, su filtración poco ortodoxa, son un mensaje al oído de los defensores, que lo miran extrañados cuando arquea el cuerpo y llega hasta el fondo del aro con la zurda bien arriba. De lejos, parece muy simple. De cerca, la clave está en el primer paso de despegue: una vez que el tren arrancó, no hay límite que pueda detenerlo.

«Desde 1997 que no estaba en Bahía en octubre. Es extrañísimo para mí. No es la situación ideal en el sentido que yo quiero estar jugando. Hubiese preferido estar en pretemporada con San Antonio, preparándome para una gran temporada. Por distintos motivos no se dio y tengo la posibilidad de disfrutar Bahía, con mejor clima, con mis hijos, mi familia y amigos», agregó Manu.

En las situaciones de básquetbol cinco contra cinco, primero en media cancha y luego a cancha completa, Ginóbili formó parte de la segunda unidad de Weber Bahía Estudiantes. Según su posición en la cancha, fue cambiando el duelo mano a mano: si se hundía más cerca de la llave, Manu emparejaba con Federico Aguerre, un alero atlético y de mucha estatura. Si jugaba fuera, la estampilla del 20 de los Spurs era el puertorriqueño Javier Mojica, un escolta tan intenso como un huracán embravecido.

Ginóbili fue la clave para que el juego sea parejo entre titulares y suplentes.

«Manu se toma la delicadeza de hablar con los juveniles y también participar de las cuestiones tácticas. Su enorme conocimiento del juego convierte sus intervenciones en enseñanzas. La palabra de apoyo para los más jóvenes e incluso el aporte para un jugador o sistema en particular, es algo muy positivo para nosotros», agregó Pisani.

Ya cerrando el entrenamiento, Ginóbili se dio el lujo de hacer dos cosas maravillosas para los pocos presentes que lo vieron de cerca. Primero, una volcada a una mano espectacular. Segundo, en la continuación de la acción, un triple de mitad de cancha que despertó el aplauso de todos.

Si bien las risas de Manu muestran a las claras cómo se siente en su ciudad en estos días, la amenaza del lockout sigue siendo su principal tema de preocupación laboral.

«Obviamente lo sigo de cerca. Da la sensación, estando lejos porque no fui a las reuniones, primero por el Preolímpico y luego por estar acá, que un poco se van acercando las partes, y eso es muy bueno. Ahora falta lo más difícil, que es quien cede y quien no. Creo que nosotros, los jugadores, ya hemos cedido mucho y confío en quienes nos representan. De todos modos, lo que todos queremos es jugar cuanto antes», dijo Ginóbili.

En los últimos días, parecía que las negociaciones con Virtus Bologna se habían reflotado para jugar allí durante el paro laboral. Sin embargo, Manu no se mostró optimista con esta situación.

«Se congeló un poquito. Cuando llegó el momento de decidir, puse el freno de mano. La verdad que me había entusiasmado mucho con la posibilidad, sobre el final del Preolímpico y los días siguientes estaba ilusionado, tenía ganas, después lo pensé un poco más, con mi familia, y tenía que mover demasiado. No es lo que más me gusta hacer. De todos modos, no lo descarto del todo, porque no sabemos cuándo va a volver la NBA. Y si no vuelve, como dije siempre, Bologna es un lugar único, porque me trataron increíblemente bien en mi paso por allá y tengo recuerdos muy felices. Si tiene que ser otro lugar, me gustaría que sea ahí».

Con el lockout en un punto de alerta roja, Manu sabe que es un momento de decisiones. Sin embargo, conserva la tranquilidad respecto a su futuro: «Hoy por hoy mi futuro está acá en Bahía y en la NBA. Espero que se solucione lo antes posible. Salvo que la NBA se suspenda dos meses más, que sería algo por lo que consideraría mis opciones nuevamente, mi futuro está en Estados Unidos. Quiero ponerme en forma con Weber Bahía Estudiantes, disfrutar con mi familia y estar fresco para cuando comience otra temporada «matadora» como es cada una en la NBA».

Alegre y extrovertido, Manu se divierte con sus amigos en Bahía Blanca. Como él mismo dice «no hay mal que por bien no venga» y en esta sensación de incertidumbre, su entorno, su familia y sus amigos lo acompañan.

Ya habrá tiempo para San Antonio Spurs. Por ahora, todo pasa por ponerse en forma.

Por Bruno Altieri
Para ESPNdeportes.com