El equipo de José Luis Pisani contó con un Pepe Sánchez magistral, autor de 16 puntos, 11 rebotes y ocho asistencias, siendo factor fundamental en el cierre del juego.
Larry O’Bannon, en tanto, fue el mejor jugador de la visita, al anotar 22 puntos, funcionando como eje en el perímetro con lanzamientos a distancia y penetraciones incisivas.
«Jugamos con mucha actitud y energía. En el final del partido aparecieron los referentes y nos ayudaron a quedarnos con el triunfo. Es un lindo premio el Súper 8, pero nosotros tenemos que mirar más allá de eso», señaló Federico Aguerre, quien hizo un gran partido al anotar 14 puntos y cinco rebotes.
Los parciales del juego fueron los siguientes: Weber Bahía 16–16, 43–39, 64–59 y 90-82.
Siempre fue el local el que tuvo la iniciativa del juego, pero pese a sacar 14 puntos de luz pasada la primera mitad, Boca recuperó la ventaja en el tercer período y, gracias al trabajo de sus extranjeros, llegó a ponerse al frente (logró un parcial de 19-4) en el cuarto de cierre. Recién en los cuatro minutos finales se resolvió el partido.
«Jugamos con mucha actitud y energía. Nunca miro mis números, siempre me interesa conseguir victorias y hoy lo logramos. Nadie nos puede venir a robar partidos en nuestra casa, esa es la clave», señaló Ricky Sánchez, autor de 16 unidades y tres rebotes.
En el arranque del juego, WBE apostó al goleo de Pepe Sánchez para empujar en el marcador, mientras que Boca apostó a un reparto eficiente del balón, principalmente en la pintura (las situaciones de mismatchups fueron muy bien aprovechadas), para finalizar igualados en 16.
En el segundo cuarto, la situación se dio a la inversa, porque Bahía apostó a su trabajo de roles repartidos, haciendo diferencias en el juego de afuera hacia adentro, y Boca fue un unipersonal de Derrick Alston. El gigante Xeneize tuvo un gran arranque de partido, pero luego, el desgaste y las faltas -terminó saliendo por cinco personales tras una arremetida ofensiva contra Ariel Zago- lo obligaron a perder ese ritmo arrollador.
Esta vez, la segunda unidad de Bahía dio soluciones. El ritmo de Lucas Faggiano, acompañado de buenas decisiones, le dio el respiro necesario a Sánchez para llegar al final del partido con energía y mano certera.
«A veces sale y otras veces no. Hoy los jugadores de relevo pudimos aportar cosas y eso es muy importante para el resultado final. Estamos muy contentos con el triunfo», dijo Faggiano al cierre del juego.
A esa voluntad de Faggiano se le sumó el goleo de Ricky Sánchez, un alero de 2.11m que corre tan bien la cancha como un perimetral. Tiros a distancia, rompimientos ofensivos y defensa en el otro costado fueron los pergaminos del alero boricua, que no sólo aportó números visibles, sino que le permitió al equipo de Pisani abrir la cancha para que Jerome Meyinsse fuera un teorema indescifrable para la defensa en el juego de uno contra uno.
Ya en el complemento, gracias al trabajo de Meyinsse y de un Aguerre incisivo, Bahía alcanzó a sacar 14 de luz (53-39), pero aparecieron O’Bannon y William Graves en plano protagonista -sumados al siempre oportuno Alston- no sólo para emparejar las acciones, sino también para pasar a ganar el juego en el cuarto de cierre (67-66).
Los últimos cuatro minutos del partido dieron a entender el final de la historia: Pepe Sánchez y Maxi Stanic fueron los cerebros de las posesiones largas, pero en el mano a mano la habilidad de Pepe -sumado al goleo preciso del eterno Juan Espil y Javier Mojica- se impuso, para entregar asistencias y convertir lanzamientos fundamentales.
Con este resultado, Bahía ya tiene un lugar garantizado en el Súper 8.
Ahora, el equipo de José Luis Pisani cerrará la primera fase de competencia frente a Gimnasia Indalo, este domingo desde las 21 en el Casanova.
Crónica: Prensa WB Estudiantes