En un cotejo adelantado de la decimoséptima fecha de la segunda fase de la Liga Nacional de Básquetbol, reprogramado hace diez días para evitar una superposición con el festival de kick boxing de Jorge Acero Cali, que se realizará mañana en el Polideportivo, Quilmes recibirá a 9 de Julio de Río Tercero.
Al partido no cabe ponerle el calificativo de trascendental porque los cordobeses ya se fueron cuatro puntos por delante de los marplatenses y además tienen una diferencia a favor de dieciocho puntos del partido entre sí de la semana anterior. En todo caso, por la tabla de posiciones, es más importante para los de Daniel Rodríguez, que todavía sueñan con eludir los play-offs de Permanencia.
Sin embargo, a Quilmes, que parecía haber rectificado el rumbo el fin de semana del debut en el equipo de los estadounidenses Mike Smith y Clarence Matthews, le va mucho en este partido.
Porque la novela de Hopson y los descalabros deportivos de la semana anterior dejaron muchas heridas abiertas. Y el equipo marplatense está ante una buena oportunidad de comenzar a cerrarlas con una buena actuación y una victoria.
Virtualmente condenado a jugar los play-offs por el descenso, Quilmes debe volver a foja cero y empezar a levantar otra vez el edificio que derrumbó el temporal de la semana anterior. Ya casi con la única meta de llegar al play-off consolidado como equipo.
Probablemente, el de esta noche no será el marco ideal para trasladar a la cancha y desarrollar lo que se practica durante la semana. Porque el margen de error que los hinchas le darán al equipo tal vez sea muy poco. Sobre todo a Hopson, el otrora ídolo del ascenso, quien se bajó de dos partidos importantes. Y también al entrenador Beto Martínez, a quien vienen insultando profusamente.
Los ojos de propios y neutrales estarán puestos en ellos dos. Y ojalá todos (fundamentalmente el jugador) sean capaces de sobreponerse al mal ambiente y le tapen con hechos positivos la boca a sus hoy muchos detractores.
El momento de 9 de Julio es radicalmente distinto. No le sobra talento, pero encontró disciplina táctica, intensidad y defiende con el mismo rigor casi que un equipo de punta. Tanto que a Lanús lo dejó el último viernes en 57 puntos. Para todo el ambiente basquetbolístico su descenso estaba cantado. Y hoy pelea para salvarse de todo. Para ellos imponerse en Mar del Plata significaría un paso adelante vital.
Venta de entradas
En la sede del club Quilmes (Avenida Luro 3868) se venderán boletos para este cotejo de 10 a 16 y a partir de las 20.30 se abrirán las boleterías del Estadio Polideportivo.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.
Árbitros: Roberto Smith-Mario Aluz.
Hora: 21.30.
Informe: Diario La Capital