Gil entusiasmado con Quilmes

Pablo Gil dice que con el plantel que está conformando su equipo puede prescindir de un tercer extranjero. Además muestra su alegría por volver a Mar del Plata y tiene total confianza en el debut de De la Fuente como técnico. También cuenta su experiencia en Venezuela. “Estoy muy contento con mi regreso a Quilmes […]


Pablo Gil dice que con el plantel que está conformando su equipo puede prescindir de un tercer extranjero. Además muestra su alegría por volver a Mar del Plata y tiene total confianza en el debut de De la Fuente como técnico. También cuenta su experiencia en Venezuela.

“Estoy muy contento con mi regreso a Quilmes y tengo muchas expectativas con que hagamos una buena temporada. El equipo está casi armado y me gustan los nombres que lo integran. Además, le tengo mucha confianza al Cabeza (por De la Fuente), por lo que creo que tendremos un buen año», expresó Pablo Gil.

En la pasada campaña el ex jugador de Estudiantes mostró un buen rendimiento, ya que terminó con 18,6 puntos, 3,3 rebotes, 61% en dobles y 46% en triples (el mejor del torneo) en 29 minutos de promedio. «Vengo de una temporada buena con Estudiantes, a pesar de salvarnos del descenso sobre el final, y quiero mantener ese rendimiento. Me gusta el plantel que armó Quilmes, porque no tiene jugadores de gran renombre, no hay alguien que sobresalga. Creo que se conformó un plantel humilde y con ganas de trabajar. Si seguimos ese camino, que estoy seguro que es el que propondrá el técnico, es factible que tengamos buenos resultados”, expresó.

En medio de los diferentes opiniones que genera la posible inclusión en la próxima de un tercer extranjero optativo, el nuevo fichaje del equipo marplatense señaló con firmeza que “por el nivel de jugadores que tiene Quilmes, podemos jugar con dos extranjeros tranquilamente. Estamos para jugar contra cualquiera. Es cierto que hay equipos que lucen con mejores nombres, pero después los quiero ver jugar y convivir con 3 extranjeros. Quilmes se puede guardar esa plaza para un tercer extranjero ante una eventualidad, pero creo que podemos cumplir un buena campaña sin utilizarlo”.

Gil fue compañero de equipo de Esteban De la Fuente, precisamente en Quilmes, durante dos temporadas, tras las cuales asegura que quedó una gran amistad con el que será su nuevo entrenador. Sin embargo, asegura que no son los sentimientos los que lo animan a confiar en que el flamante técnico tendrá éxito en su tarea.

“Los técnicos que fueron jugadores mayormente tienen un estilo similar al que tenían cuando jugaban. Si el Cabeza ve el juego ahora como entrenador a un 50 por ciento de como cuando era jugador, estamos salvados. Fue el compañero con el que jugué que mejor entendía este deporte. Lo imagino como un gran motivador de los jugadores. Por eso le tengo confianza”, explica Gil, quien lleva 13 temporadas en la Liga A.

El tirador descuenta que esa relación jugará a favor y que no se mezclarán las cosas: “El secreto estará en saber separar la amistad a la hora de trabajar. Adentro de la cancha será otra cosa. Ambos debemos tener en claro que uno será entrenador y otro jugador. Que uno da las órdenes y el otro las cumple. Si cada uno se mantiene en su trabajo, podremos convivir tranquilamente”.

Esta será la tercera etapa de Gil en la Liga A con Quilmes, cuya camiseta vistió en 226 oportunidades. Entre 1999 y 2002 hizo su primera experiencia y entre 2004 y 2006 la segunda, aunque en la última temporada solo pudo jugar 22 partidos.

“Esta etapa no tendrá grandes diferencias con las anteriores, aunque en la última (NdlR 2005/06) pude jugar poco, porque me incorporé más tarde. Ahora estoy mucho más maduro y crecí como jugador y como persona. Hoy veo el básquet y lo juego de otra manera, con más experiencia. Sin embargo, conozco el club y a su gente, por lo que será como continuar con épocas anteriores”, señaló el bahiense, surgido de las inferiores de Estudiantes.

El escolta acepta que “de Quilmes siempre se espera mucho, porque está en una ciudad en la que se vive la Liga con intensidad y que tiene un clásico muy popular. Es cierto que, tal vez, los resultados en los últimos años no fueron buenos, mientras que Peñarol manejó presupuestos mayores, que le permitieron pelear por cosas más importantes. Todo eso le ha generado a Quilmes presión de parte de su propia gente. Es un club que siempre genera grandes expectativas”.

Pablo Gil pasó por el básquetbol de Venezuela jugando para Gaiteros de Zulia, equipo con sede en Maracaibo, la Liga Profesional de ese país. Allí alcanzó números aceptables de 10,9 puntos, 42% en triples, 62% en dobles, 82% en libres y 1,8 recuperos en 28 minutos de promedio en cancha durante 19 partidos. “Fue una experiencia muy buena, sobre todo porque no quería quedarme parado mucho tiempo y resultó un buen desafío. Es una competencia rara, distinta a la nuestra. Es linda para jugarla, porque son muchos partidos. Yo llegué a jugar 4 partidos en una semana. Por su estilo, es linda para la gente, aunque se juega sin pensar, con posesiones cortas, tiros rápidos, sin darle tanta importancia a la defensa y muy física. No es fácil acostumbrarse y los argentinos podemos sentirnos incómodos en ese juego, porque los venezolanos tienen el estilo de los norteamericanos. En Argentina jugamos de una manera totalmente diferente. Estuve solo durante 50 días y cuando empecé a extrañar, decidí volver. Igualmente me sirvió vivir esa experiencia y dejé las puertas abiertas como para volver”.

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