Su paso por Europa cambió su juego, al menos así lo delatan sus declaraciones.
Javier Bulfoni se fue como goleador y retorna como un defensor comprometido, más con la causa grupal que con la personal. «Soy un jugador que trato de hacer siempre lo mejor para el equipo, creo que ahí se gestan las victorias, en la unión del grupo», dice “Tuki”.
Bulfoni disputó una sola edición de Liga Nacional jugando para Gimnasia y Esgrima La Plata en la temporada 2001/2002 luego de lograr el título del TNA.
Ahora pega la vuelta empujado por la competencia local y su deseo de ser parte, sumado a sus sentimientos personales. «Tengo intenciones de desarrollar proyectos personales en el país, de estar con mis afectos y por supuesto jugar la Liga», explica. «Desde que me fui, la competencia avanzó mucho, está muy competitiva y quería volver a jugarla. Sé que hay muchos jugadores jóvenes que son muy buenos», explica Javier.
«Atenas se interesó en mi y a mi me gustó venir a la institución más grande del básquet argentino», argumenta sobre su elección.
El escolta convertido en España en alero sabe del desafío que implica ser parte de Atenas y no lo considera una presión, su trayectoria lo respalda. «Hace muchos años que juego al baloncesto y ahora quiero disfrutar. Sé que Atenas quiere pelear el campeonato y estoy preparado para ello. Voy a dar lo mejor de mi por esta camiseta».
Con sus 1.90 metros, el ex jugador del Blusens Obradorio debió emparejarse con jugadores de mayor talla y envergadura en la posición de alero, por ello, se autodefine como un “comodín”, capaz de desenvolverse en cualquier posición del perímetro con normalidad. «Es gracioso que yo con mi edad fuera el mejor defensor de mi equipo en la última Liga ACB. Al lado mío había chicos muchos más jóvenes y altos que yo», recuerda “Tuki” en relación a sus características y su rol en el equipo de Santiago de Compostela. «Me sacrificaba mucho por el equipo y no me fue mal, pienso hacer lo mismo acá», señala.
El santafesino no piensa a largo plazo. Confía en que el trabajo del día a día es el mejor exponente del compromiso y allí se modelan los triunfos. “Vengo a entrenar duro y concentrado en cada práctica para colaborar en lo que me pida el técnico, a partir de eso se colocan los cimientos de todo gran logro”, cierra.
Entrevista: Eduardo Álvarez – Prensa Atenas