Con tantos años de básquet, con lo que abarca los “años de básquet” para un jugador como Rubén Wolkowyski, escucharlo decir que “tenía muchas ganas de que arranque la temporada” es mucho más que una gran noticia.

En su discurso no entra aquello de que los años quitaron energías o motivación. El “Colo” se siente tan bien como cuando pisó la NBA o cuando ganó la Medalla de Oro con Argentina en Atenas y es algo para que se haga piel en el resto del equipo, como un mensaje gigante de lo que es tener ambiciones deportivas.

Además luce una madurez, para sacarle provecho, incluso cuando habla de lo que supo aprender con los años, de no hacerse “mala sangre” con un resultado y solo tener la cabeza ocupada en disfrutar con la obligación que corresponde.

Hablando de esto arranca el pivote: “ya lo que me queda de carrera es para disfrutar, tuve muchos años de preocupar muchísimo, sufría mucho cuando las cosas no salían y me di cuenta que cuando termina el partido lo único que te queda es ir a tu casa y pensar en el próximo entrenamiento y en el partido que viene para poder cambiar lo que te puso mal, si bien hay que preocuparte o ocuparte de las cosas que no están saliendo bien. Pero hacerse mala sangre, como se dice, no sirve de nada, y esto en ningún aspecto de la vida porque hay cosas que uno le da tanta importancia y realmente con poco se cambia. Entonces hay que acostumbrarse en la vida a que cada problema tiene que tener un mínimo de preocupación y no que te quite el sueño o que te llegue a enfermar. Gracias a Dios lo entendí a tiempo y hoy estoy disfrutando del basquet, de entrenar, me encanta, extrañaba ya estar con los chicos más allá que la pretemporada es lo más duro pero a mí es el momento que más me gusta porque te prepara para estar bien todo el año”.

Se siente cómodo hablando de lo que le dieron años en esta historia de no sobre dimensionar los problemas, como para que los que vienen atrás ganen tiempo: “Antes me dormía a las 7, 8 de la mañana, me quedaba dando vueltas toda la noche pensando y dando la cabeza contra la pared, sabiendo que al próximo día me tenía que levantar para ir a entrenar. Me quitaba sueño, me quitaba vida de familia, me hacía mal en todo y entonces me di cuenta que cuando termina el partido, y si bien las cosas no salen bien, al otro día hay que trabajar igual. Entonces hay que poner paños fríos, descansar y guardar energías para lo que te va a venir que es, si hiciste las cosas mal, va a ser lo que te va a hacer revertir eso. Con esto no digo que no me duele perder, me duele muchísimo, pero trato de canalizarlo por otro lado, pensando en que si perdimos fue por las cosas que hicimos mal y tratar de descansar para ir al otro día con más ganas”.

Se muestra lleno de entusiasmo con el equipo que formó La Unión de Formosa para esta Liga: “realmente lo veo muy bien. Siempre cuando empiezo las temporadas yo tengo la mejor expectativa, creo que se va dar todo, que trabajando fuerte se puede conseguir. Nosotros tenemos que conseguir algo que el año pasado lo conseguimos a veces que es jugar en equipo. Todo lo que conseguí, todo lo que gané, fue jugando en equipo. Los grandes entrenadores te lo dicen, lo individual te gana un partido pero con lo colectivo ganas un torneo. Tenemos que tratar de jugar, más en una Liga tan larga, sólidos y que cuando no jugamos bien, poder ganarlo en defensa, siendo durísimos y creo que tenemos jugadores para hacerlo. Nicolás Gianella tiene una gran calidad como jugador, trae su experiencia de Europa, yo no lo veía desde que me fui de Olavarría, lo vi ahora y físicamente está muy bien. Eso nos va a venir muy bien, lo mismo que Juan Brussino, son dos jugadores que nos van a poner en un ritmo de juego rapidísimo. Tenemos tres americanos que pueden correr, así que creo que vamos a andar muy bien, esperemos acoplarnos y especialmente formar un equipo donde seamos unidos siempre, cuando perdamos, estar unidos para revertirlo en el próximo”.

La Unión de Formosa este año vuelve a jugar con tres extranjeros y es una situación que genera opiniones diversas. Para Wolkowyski no hay muchas vueltas: “Marcus Melvin, por lo que escuché, es muy buena persona, habrá que ver como convive con nosotros. Greg Lewis es un argentino más ya, es como nosotros. Kyle Lamonte está acostumbrado a la Liga y todo el mundo habla bien de él. No creo que haya muchos problemas. Por ahí el problema que vamos a tener es que somos muchos jugadores para la rotación pero tenemos que acostumbrarnos a eso y saber que es una Liga larga. Tenemos un equipo bastante solidario, pasando la pelota y jugar para ellos tres que son jugadores con mucho talento y con mucho gol en la mano, nos va facilitar muchas cosas. También ellos van a tener que entender que el día que están mal, hay que jugar para el que mejor esté”.

La otra “novedad” del año en el equipo de Formosa es la llegada de un nuevo entrenador, Gonzalo García. Para el “Colo” “siempre hay nuevas expectativas con un entrenador nuevo, a mí por ahí no me cambia mucho por la gran cantidad de entrenadores que tuve. La mentalidad, la forma de encarar un juego puede ser diferente a lo que hacía el entrenador anterior y eso genera una nueva expectativa. Dios quiera que lo podamos canalizar bien, hacer lo que él quiere para que el equipo pueda funcionar”.

Entrevista: Gozalo Deangelillo – Prensa La Unión de Formosa