No fue positivo el inicio de la gira para Regatas Corrientes, que perdió anoche en la capital cordobesa con Atenas, por 66-62, en el marco de la 7ª fecha de la Liga Nacional de Básquetbol. El gran responsable para que el equipo del parque Mitre resignara su liderazgo en la Zona Norte fue el base cordobés Bruno Lábaque, quien metió cinco puntos (triple incluido) en los últimos 45”3 para asegurar la victoria del “griego”.

Fue un alivio para las huestes ateniense después de tres caídas en fila. Sin embargo, resultó un golpe que deberá asimilar pronto Regatas porque mañana volverá a presentarse lejos de Corrientes, pues le toca enfrentar en La Banda al revitalizado Olímpico. Allí habrá que pisar fuerte para no perderle el rastro al invicto Libertad (anoche triunfó en Formosa, 70-65 ante La Unión y está con récord ideal: 7-0).

Regatas se mostró aplicado en defensa en el arranque del juego en el polideportivo Carlos Cerutti, que anoche lució despoblado (acaso por la lluvia torrencial que azotó a Córdoba). Además, la visita diversificó las vías de gol, aunque sobresalieron en el rubro Quinteros (5) y el ingresado Romano (seis). Atenas parecía iba a apostar por el peso en la pintura de Román González. Pero luego desistió de esa idea y sumó a través de los perimetrales. No obstante, el parcial inicial favoreció a Regatas por 19-12.

Claro que el curso del juego cambiaría a partir del segundo cuarto, porque Atenas, consciente que era inferior en el nombre por nombre, apeló a la intensidad defensiva para “confundir” a Regatas. El trámite perdió claridad pero en ese marco fue el “griego” cordobés el más beneficiado. Porque apareció Lábaque para asumir el liderazgo en el dueño de casa, que revirtió la tendencia con racha de 23-7 y fue al descanso largo arriba 35-26.

Lejos de ser el tercer cuarto el punto de partida para la recuperación regatense, se afianzó el dominio local, que mediante un goleo repartido y la frescura del juvenil Colli pudo mantener cierta distancia (50-41) entrando a los 10 minutos finales.

Regatas apostó entonces por una marca zonal y le dio resultado. Asimismo, Martínez estuvo más incisivo con el aro rival y con un par de “bombazos” fue clave. Ya corriendo el último minuto, Ferreyra metió un doble que dejó arriba a Regatas por uno: 62-61. Pero fue cuando Lábaque salió al rescate de Atenas y se calzó el traje de “verdugo”.

Crónica: Diario Época