El inflador anímico parece funcionar a pleno, como una bola que crece. Atenas volvió a poblar el Cerutti de aplausos, sonrisas e ilusiones y le ganó a 9 de Julio, por 86 a 77, en la 22ª fecha.
También de angustia, es cierto, cuando 9 de Julio lo puso contra las cuerdas con una remontada a puro triple al promediar el cuarto final.
Esta vez, ante un aguerrido y entusiasta rival, repitió mucho de lo bueno que había ofrecido el jueves ante Argentino y, además de vencer 86-77, sumó un “detalle” que se guardó 72 horas atrás: el regreso (esta vez ofensivo) de Fabricio Oberto. “Estoy adaptándome a la Liga y conociéndola de nuevo”, decía el ex-NBA.
Y si es por lo que rindió el domingo, bien podría asegurarse que realizó un curso acelerado.
Porque después de aquel debut con apenas un par de libres convertidos, el varillense se despachó con una planilla mucho más contundente: 18 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias y un recupero, además de sus clásicos aportes “invisibles” para las estadísticas.
El ex-Spurs fue determinante en los momentos más calientes. Arrancó con todo (10 puntos en el primero) y también resultó determinante cuando hubo que frenar al equipo de Sebastián González, que entró al tramo final decidido quedarse con la fiesta. Pero sería injusto enfocar todo en la figura de Oberto.
Djibril Kanté fue el complemento ideal en la zona pintada y desde el banco el aporte de Mariano Fierro también se hizo notar en un equipo que lució con varias individualidades en alto rendimiento. Atenas llevó la delantera casi todo el juego y amagó definirlo en el tercero, cuando se disparó a 14 (64-50).
Pero el “9”, con un perímetro infernal (12/26), no se rindió y amagó el zarpazo cuando pasó al frente 75-74 a 3 m. del final. Pero hasta allí llegó el riotercerense.
Cuando hubo que sacar el oficio, aparecieron Oberto, Lábaque y Lescano para llevarse una victoria necesaria que le alimenta la ilusión de meterse en cuartos.
Crónica: Gustavo Farías – MundoD.com.ar