Esta noche intentará amargar a Olímpico, como ya lo hizo la temporada pasada con Quimsa, aunque esta vez está al frente de Libertad, uno de los equipos con mayor potencial de la competencia.
“Olímpico viene de una temporada muy pareja. Ahora cayó de visitante, como cae cualquier equipo, pero tiene buenos jugadores en la media cancha, como el uno y el dos, tiene a McGowan, que lo conocemos y a Clancy, que es un gran jugador. Todo eso lo sabemos, pero lo que pasa es que nosotros tenemos que buscar un estilo bien definido. Y para eso tengo que conocer a mis jugadores y ellos mis sistemas”, explicó el entrenador bonaerense en el inicio de la entrevista exclusiva que le concedió ayer a EL LIBERAL.
Al ser consultado por el presente de Quimsa, comentó: “Yo tengo una particular admiración por Fabio (Demti). Lo quiero por más que no lo vea. Así que no me parece que sea ético hablar de su equipo. Lo que sí puedo hablar es de la Liga Nacional, que de una vez por todas hay que convencerse de que no la hacen los nombres, la hacen los hombres en el juego. En la liga lo más importante son los playoffs y hay que llegar bien”.
“A los equipos, cuando les sacás la presión, suben. El año pasado no descendimos porque nos salvó Quimsa. Y después le ganamos a Quimsa. Nosotros no somos empleados de comercio, somos profesionales y tenemos que convivir con esa presión y esa exigencia”, agregó convencido.
Luego, habló en primera persona acerca de su regreso a la Liga Nacional. “Para ser sinceros, cuando no estoy en la liga, siento angustia. Nosotros somos tipos que no servimos para otra cosa, somos monotemáticos, somos unos idiotas, unos envenenados del básquet. Ya estaba mal en casa, había terminado el campus y dije: uh, ahora qué hago. No pensé que me iban a llamar, pero quería jugar para arriba. Es mi riesgo, porque el equipo que te toma es porque no gana. Yo ahora asumo la responsabilidad, agarré un fixture terrible, pero me siento muy feliz cuando enseño y entreno”, comentó.
El “Huevo” Sánchez diseñó una gran carrera como entrenador, pero tiene dos cuentas pendientes: no dirigió la selección y a ningún equipo de Santiago. Consultado al respecto y tras una carcajada, respondió: “Primero, en Santiago me quieren más que en ninguna provincia. En Córdoba también me conocen mucho, pero en Santiago es increíble. Algún día seguramente voy a dirigir en Santiago, pero hay que respetar a Fabio (Demti) y ni a hablar de Duró, que está haciendo un campañón. Y después, cuando tuve la oportunidad de dirigir la selección, un representante que no me quería hizo que me barrieran”.
Entrevista: Diario El Liberal