Necesitaba esa transfusión. Una que le inyectara la confianza necesaria como para demostrarse que tiene con qué. Anoche Atenas jugó un partido casi perfecto, exhibiendo una de sus mejores producciones colectivas de la temporada, lo que le permitió vencer a Quimsa 93-78, en cotejo de la 26ª fecha de la LNB. Por eso, también, la gente se fue exultante. Es que en esas venas verdes corre sangre. Y caliente. Eso salió a demostrarse Atenas.

Y lo hizo con la convicción de entregar una generosidad que dispara la ilusión de los hinchas cordobeses. El Griego fue eso, generoso. Con el ataque en manos de Elsener (8 puntos) y Oberto (6) en el primer cuarto, estirando lo que había ocurrido el miércoles en el triunfo sobre Libertad (66-63), Atenas se sintió cómodo en ofensiva, dejando la sensación de que en defensa podía rendir mejor. El primer segmento fue parejo y entretenido, quedando para el dueño de casa 22-18.

Pero a partir del segundo parcial Atenas le tomó la mano al juego. La generosidad se contagió en todos los verdes y empezaron a demostrarla en ambos costados de la cancha. En defensa, salvo un pasaje en el que Williams hizo valer su presencia en la pintura, comenzó a solidificarse en base a entrega y en que cada jugador se postuló como garantía de resolver lo propio y ayudar en lo ajeno. Y en ataque no extrañó a Alexis y Fabricio, demostrando que, cuando juega en equipo, es capaz de marcar buenas diferencias. Es que se dedicó a pasar la pelota y el pase extra apareció como muestra de confianza.

En total, el Griego se despachó con 15 asistencias en el primer tiempo y no sorprendió que se fuera al descanso largo 50-38, limitando mucho a un rival que dependió demasiado de arrestos individuales. En el complemento, Atenas potenció sus virtudes y terminó despachando a un adversario que quedó muy lejos de sus precedentes. El Verde se sigue acomodando de local y en la tabla. Ahora, a pensar en otra prueba de fuego: Peñarol, el próximo viernes.

La clave: actitud. La tuvo en los 40m. La entrega individual potenció lo colectivo y permitió ver uno de los mejores partidos en la temporada.

La figura: el equipo. Pocas veces ocurre que en un equipo todos jueguen bien. Eso pasó anoche. Y justo en el momento de la temporada en que la identidad tiene aflorar.

Crónica: diaadia.com.ar