El día después de consumada la fase regular de La Unión de Formosa, Mario Romay encontró la palabra justa para sintetizarla: fue frustrante. El Director Deportivo, en la búsqueda de la calificación para este momento que concluyó ante Regatas Corrientes, no dudó: “la verdad que fue una fase regular frustrante por como venía La Unión todos estos años, siempre dando un paso adelante en cuanto a la parte deportiva y siempre cuidando la parte de logística, pero siempre la parte deportiva tapa todo lo demás, lo bueno que se puede hacer en otro lugar”.
Incluso, haciendo una reseña de la particularidad de la temporada marcó el “detalle” de lo ocurrido este año con los entrenadores: “Un poco esta situación de no poder encontrar la vuelta al equipo hizo algo de lo que yo no soy muy partidario que es el cambio de entrenador. En ocho años tuvimos tres entrenadores y este año, en menos de diez meses, tuvimos tres entrenadores. Eso habla de que el equipo no funcionó nunca, hasta hoy, con ninguno. Los porcentajes de victorias y derrotas hablan solos”.
Romay asume responsabilidades sabiendo que también en la búsqueda de las razones que llevaron a este presente, hay más de un protagonista: “las responsabilidades hay que repartirlas entre varios actores más allá de que como responsable directo de este equipo, yo asumo las mías sobre un montón de decisiones, pero bueno tampoco puedo hacerme cargo de no meterla, de preparar los partidos, yo no soy quien cortina, no soy quien entrena. Hay responsabilidades compartidas entre un montón de actores sobre la parte deportiva pero obviamente que me hago cargo de la responsabilidad total del equipo”.
La mala campaña de La Unión fue una situación que sorprendió, durante todo el año al ambiente de la Liga, así se lo podía palpar, por ejemplo, con los periodistas que llegaban a Formosa desde otro lugar del país. “¿Cómo pueden estar últimos con este equipos”? se preguntaban. Para Romay “así es el deporte, sino River no hubiese descendido hace un año, o Boca no estaría pasando las penurias que está pasando teniendo al mejor técnico de su historia. O en el basquet, Obras Sanitarias que hace nueve meses salió campeón Sudamericano, jugó el cuadrangular final de la Liga de Las Américas y salió subcampeón de la Liga. Hoy está en zona de descenso. Todo un trabajo planificado y pensado, si bien te hace minimizar errores, no te garantiza nada y así hoy estamos varios equipos. Podríamos haber equivocado el camino con algún jugador pensando que determinado jugador nos podría haber llevado al sexto puesto, pero ahí a ser decimosextos durante seis meses, hay mucha diferencia, creo que no solo nosotros no lo pensábamos sino el mundo de la Liga Nacional. Si bien es el lugar que nos merecimos, es un lugar equivocado si se mira como se ha formado el equipo. Ahora hay que dar vuelta la página, son 15 días intensos de pensar solamente en mantener la categoría”.
Llegó el momento de hablar de la “vuelta de página”: “Ahora hay un quiebre, ahora jugamos a todo o nada la posibilidad de permanecer en la categoría. Si bien hay que intentar cambiar la cabeza, no es fácil, no lograste algo en ocho meses y lograrlo en quince días… Pero también la realidad es que contra el equipo que vamos a jugar está en la misma situación que nosotros. Entonces hay que partir de esa base. Nosotros basquetbolísticamente y mentalmente no estamos bien por eso vamos a jugar la Permanencia y 9 de Julio está igual, así que va a ser quien tenga más carácter y quien se equivoque menos porque va a haber muchas equivocaciones con la presión que va a haber. Me parece que este equipo el problema que tiene y tuvo hasta el partido del domingo con Regatas, es que pensábamos que ya habíamos tocado fondo. Tuvimos el eterno problema de la frazada corta, cuando mejorábamos en algún aspecto del juego, desmejorábamos en otro y siempre nos faltó cinco para el peso”.
¿Qué espera ver en los jugadores del plantel para esta instancia determinante?: “Lo que más pretendo es fortaleza mental y solidaridad para jugar, que defensivamente seamos más solidarios, que ofensivamente seamos solidarios y que el partido no termine cuando estamos dos puntos abajo que es lo que pasó todo el año. Después pretender que el equipo funcione como equipo… Al cabo de 44 fechas no lo pudo hacer. Acá lo que tenemos que ver es de qué manera dañamos al rival. Como decía, ellos están igual que nosotros y va a ser quien esté más preparado mentalmente y más fuerte, Acá hay que ganar tres juegos, no importa el orden, se pueden perder los dos primeros y ganar los tres, pero para ganar tres juegos se va necesitar un gran carácter y para eso espero que aflore la vergüenza deportiva de todos los jugadores y sobre todo de los referentes del equipo”.
Entrevista: Gonzalo Deangelillo – Prensa La Unión de Formosa