www.InfoLiga.com.ar - Lanús recuperó la sonrisa y la localía

Era el punto más importante de la serie, el que definía quien quedaba match point y si la tendencia iba para un lado o el otro. En un partido muy parejo, que se tuvo que definir en 45 minutos, Lanús fue más inteligente y se quedó con el partido.

En el comienzo fue un poco más Lanus, que tomó algunos tiros cómodos y se pudo adelantar en el marcador. Por su parte el local forzaba mucho las situaciones en ataque y se encontraba inconexo.

Las facilidades que tenía el conjunto de Santander para atacar eran muchas y se vio un Peñarol con una falta importante de actitud para poder defender, sumado a que le costaba convertir.

A pesar del esfuerzo de Campazzo (8) y Mata (6), lo del “Granate” fue un cuarto casi perfecto, con 7 jugadores marcando tantos y a pesar de que no sacó una gran diferencia de puntos, en la cancha la superioridad fue mayor.

Por el lado de los DT, Santander eligió rotar su plantel (un poco también obligado por las faltas) e ingresaron cuatro jugadores, en tanto que Hernández no realizó ninguna variante y se mantuvieron los cinco iniciales.

En el segundo parcial poco ocurrió en los primeros minutos. Se mantuvo la tendencia del primer cuarto y a pesar de ser pocos los puntos que los separaban, siempre Lanús era el que se encontraba al frente, en este caso con un intratable Battle, que no podía ser detenido ni por Leiva ni por Tisher.

A menos de 3 minutos del final del primer tiempo, de a poco le empezaron a entrar los triples a Peñarol y con su arma predilecta, también se comenzaron a ver algunos errores en la visita. Pero Lanús lo cerró mejor y se retiró al frente 32 a 30.

Nuevamente inició mejor el complemento el equipo blanco y con una buena ráfaga entre Boccia y Battle logró sacar 7 de máxima (40-33) y además sacó del partido por un buen rato a Leiva con cuatro faltas.

Pero en ese momento se encendieron los mas de 4 mil fanáticos marplatenses y los jugadores se contagiaron y le dieron a sus hinchas lo que esperaban, al ritmo de “Nosotros alentamos, ustedes pongan huevo”.

Peñarol metió un parcial de 10-0 y logró pasar al frente por primera vez en todo el partido. Durante un par de minutos el tablero estuvo parado, ninguno podía anotar y comenzó el nerviosismo clásico de una Semifinal, con tiros a pie firme fallados por grandes jugadores.

Sin Battle en cancha el que tomó la posta en la pintura fue el brasilero Tischer, que marcó puntos imporantes con sus 2,08 metros de extensión. Pero rápidamente Santander mandó al moreno a la cancha y todo se volvió a nivelar, en un claro duelo de pivots, ya que los perimetrales no estaban aportando tanto.

Por primera vez el “Milrayitas” comenzó mejor un cuarto y se adelantó con ventaja de cinco, cuando el partido se hizo cada vez más friccionado y en cada jugada existían multiples forcejeos. Con un gran parcial de Facundo Giorgi, Lanús consiguió nivelar el juego en 53 puntos y ya había olor a final cerrado.

A tres minutos del cierre las cosas estaban 59 iguales. Peñarol defendía muy bien con Gutiérrez a Battle, pero no tenía tan claras las cosas en ataque y por eso no podía tomar las riendas. Lanús era más arrestos individuales y en especial lo que aportaba Laprovittola, tanto para marcar como para crear espacios para sus compañeros.

Con menos de dos minutos por jugar y el juego otra vez empatado, un doble desde la esquina de Franco Giorgetti hizo estallar al público, aunque en el ataque posterior Peñarol perdió a su mejor hombre, Facundo Campazzo, quien se retiró por faltas.

El local pudo anotar dos simples de la mano de Mata y en defensa lo hizo bien ante Boccia, pero cuando tenía el ataque para conseguir el triunfo, no llegó a tirar en 24 segundso y Lanús tuvo la bola del cierre.

Con la pelota Santander diagramó una buena ofensiva, Laprovittola tuvo la pelota y cuando recibió la doble marca puso un pase volado para la soledad de Robert Battle, que marcó el empate en 65 con 6 segundos por jugar.

En los instantes finales, Mata salió de una cortina y fue para el aro, pero no pudo nunca encontrar el tiro y el partido se fue a tiempo suplementario.

Los minutos iniciales de esos 5 minutos restantes fueron palo y palo, con definiones en especial desde la línea de libres, en donde se iba a definir el partido.

En la mano derecha de Gutiérrez estuvo el empate de Peñarol, pero extrañamente el número 10 falló sus dos libres. Del otro lado Laprovittola no erró y por eso el “Granate” consiguió ventaja de 4 valiosos puntos.

Para colmo cuando atacó el equipo de Hernández se la pasó a Leiva, que fue cortado con infracción y también falló en sus dos envíos libres.

Un triple de Ibarra le dio esperanza a los locales y los situó a dos unidades, pero otra vez el base de Lanús se encargó de dejar las cosas a cuatro (75-71).

Peñarol lo intentó con tres triples en la misma jugada, pero los envíos de Giorgetti, Safar e Ibarra no encontraron el objetivo y con la falta antideportiva posterior de Gutiérrez el triunfo quedó en manos de Lanús.

Cuando parecía que nadíe podía ganar en Mar del Plata, Lanús dio el golpe, recuperó la localía y el viernes jugará con el partido match point y la posibilidad de llegar a la Final de la Liga Nacional. Peñarol deberá cambiar muchas cosas si quiere seguir con vida en la serie y llevarlo a un quinto juego.

Síntesis:
Peñarol (65)(73): Facundo Campazzo 18 (X), David Teague 0, Marcos Mata 18, Leonardo Gutiérrez 6, Martín Leiva 5 (FI) Selem Safar 6, Matías Ibarra 3, Lucas Tisher 8 (X), Lisandro Rasio 2, Franco Giorgetti 2.
Entrenador: Sergio Hernández.

Lanús (65) (79): Nicolás Laprovittola 24, Leonel Shattman 2, Adrián Boccia 7, William Mc Farlan 12, Robert Battle 16 (FI) Fernando Martina 0, Patricio Prato 7, Lucas Perez 2, Facundo Giorgi 9.
Entrenador: Silvio Santander.

Parciales: 16-21, 30-32, 49-45, 65-65, 73-79.
Árbitros: Juan Fernández, Alejandro Ramallo, Sergio Tarifeño.
Cancha: Polideportivo Islas Malvinas.

Y un día volvió la 6
Después de muchos años se volvió a ver a la reconocida hinchada de Peñarol “La 6”, que apareció en el Estadio Polideportivo.

Al parecer la policía seguía con la directiva de no dejar pasar a estos muchachos, pero vino la órden desde la dirigencia que lo hicieran y se los pudo observar ubicarse en su habitual codo, con varias banderas haciendo referencia a ellos.