Quilmes ganó en Olavarría

Quilmes de Mar del Plata derrotó, anoche en Olavarría, 102-95 a Peñarol en el adelantado de la fecha 12. Gil, Dixon, Cowan y Romano fueron las figuras Cerveceras, por el Milrayitas sobresalió el goleo de Román González. Mala actuación arbitral y pésimo operativo policial. Final con incidentes. El equipo de De la Fuente cerró de […]


Quilmes de Mar del Plata derrotó, anoche en Olavarría, 102-95 a Peñarol en el adelantado de la fecha 12. Gil, Dixon, Cowan y Romano fueron las figuras Cerveceras, por el Milrayitas sobresalió el goleo de Román González. Mala actuación arbitral y pésimo operativo policial. Final con incidentes.

El equipo de De la Fuente cerró de manera brillante el clásico en Olavarría y se llevó un triunfo justificado por 102-95. Pero, al final, la policía permitió que hinchas de los dos equipos llegaran al rectángulo de juego y se desató una batalla campal. Hubo agresiones varias y durísima represión. Un bochorno.

Quilmes se tomó desquite del primer clásico de la temporada y anoche se impuso en Olavarría, con un remate de juego muy inteligente, por 102-95 a Peñarol por la duodécima fecha (enmarcado en la undécima) de la primera fase de la Liga Nacional de Básquetbol. Lamentablemente, el festejo que el conjunto «tricolor» merecía disfrutar quedó trunco por la imprevisión policial y la irracionalidad de los hinchas que se trenzaron en una batalla campal dentro de la cancha al término del partido.

Salió una primera parte muy atrayente. Quilmes sorprendió con una formación no convencional. Sin base natural, con el traslado repartido entre Pablo Gil, Maciel y Dixon. Y logró confundir a Peñarol para tomar el dominio de las acciones.

Con Cowan espléndido, con Romano en gran nivel, con un aporte interesantísimo de Dixon, el equipo de De la Fuente logró sacar una máxima de 9 puntos (26-17) a falta de dos minutos para el final del cuarto.

Pero, cuando salió a escena la rotación de Peñarol, con los ingresos de Picarelli y Alejandro Diez, el equipo de Sergio Hernández se fortaleció atrás y estampó un parcial de 7-0 para cerrar el cuarto inicial a sólo dos puntos.

El segundo cuarto fue más parejo y, además, más cerrado. Peñarol también ganó mucho defensivamente con el ingreso de Alejandro Reinick y amagó dar vuelta la historia. Pero Quilmes cerró mejor el parcial y se fue al descanso un doble arriba: 44-42.

Peñarol en el tercer cuarto explotó muy bien los movimientos de Jackson para salir de las cortinas y Mata lo abasteció permanentemente para que el estadounidense comenzara a imponer su lanzamiento a distancia. Tres pases del alero terminaron en dos triples y un doble del moreno y el equipo de Sergio Hernández, promediando el cuarto, había pasado al frente por 57-56.

El equipo «milrayitas» amagó una escapada. Llegó a sacar cinco puntos, pero una discutida falta antideportiva a Lucas Picarelli lo detuvo en seco. Y, finalmente, a pocos segundos del cierre del parcial, una «bomba» de tres puntos del estadounidense Dixon reestableció la paridad (68-68) antes del descanso corto.

El cuarto final vino con otro vuelco. Quilmes, más sólido colectivamente, salió mejor enfocado. Gil y Romano enderezaron la mira de tres puntos y un par de «bombazos» les permitió a los de De la Fuente adquirir un «colchón» de siete puntos de ventaja invalorables a esa altura del partido.

Aunque Jackson apareció con un par de triples más, Peñarol, a lo sumo, llegó a ponerse dos puntos por debajo a falta de tres minutos.

Pero Quilmes encaró la recta final con inteligencia. Provocó faltas, fue mucho a la tranquilidad de la línea y prácticamente no desperdició ataque en los minutos finales. A falta de 33″ Cowan tomó un rebote ofensivo, tras una tapa a Salles, y convirtió para estirar el marcador a 98-93. Y en la jugada siguiente Jackson pisó la línea lateral de la cancha cuando convertía de tres puntos. Ahí prácticamente se acabó el partido.

Lamentablemente, el merecido festejo quilmeño quedó trunco. Tras el partido, cuando los jugadores comenzaron el festejo, simpatizantes de los dos equipos invadieron la cancha y se desencadenó una trifulca de grandes proporciones. Pablo Gil, incluso, fue golpeado por un hincha peñarolense. Y la policía, como colofón, reprimió duramente. Un cierre bochornoso para un partido que, desde el vamos, nació «torcido».

Peñarol 95

S.Rodríguez 15, D.Jackson 26, M.Mata 5, B.Johnson 8 y R.González 21 (FI); L.Picarelli 4, J.Muruaga 10, A.Diez 4, A.Reinick 2 y S.Vega 0. DT: Sergio Hernández.

Quilmes 102

C.Dixon 18, P.Gil 24, M.Maciel 0, N.Romano 20 y J.Cowan 26 (FI); H.Salles 2, P.Calderón 10, E.López 2 y F.Piñero 0. DT: Esteban De la Fuente.

Cancha: Maxigimnasio de Estudiantes de Olavarría.
Arbitros: Fernando Sampietro-Javier Mendoza.
Parciales: 24-26, 42-44 y 68-68.

Diario La Capital













Fotos: Marcelo Demián Schleider
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