Sergio Santos Hernández, tras el partido jugado anoche ante Boca en Once Unidos donde su equipo ganò 72-61, rompió el silencio post Súper Clásico y dio su parecer sobre los hechos ocurridos en Olavarría. Sobre el triunfo de Quilmes dijo: «Admiro y felicito a De La Fuente por su valentía y a los dos equipos por el tremendo partido que hicieron desde el «fair play», lo limpio, el buen espectáculo que brindaron.»

Con respecto al triunfo de Quilmes, el DT de Peñarol expresó: «Yo le doy la mano a Quilmes, la verdad que jugó un partido brillante, felicito a su entrenador porque no es fácil con pocos partidos como profesional en su currículum tener la audacia que tuvo. A veces cuando tenés la espalda ancha por llevar 20 años dirigiendo te mandás una audacia y si no te sale bien te putean un poco pero ya está, pero cuando sos muy nuevo, jugás sin el base natural, sin pivot, defendés a Román González con Nico Romano, si te sale mal vas a tener que dar muchas explicaciones por lo tanto admiro y felicito a De La Fuente por su valentía y a los dos equipos por el tremendo partido que hicieron desde el «fair play», lo limpio, el buen espectáculo que brindaron. Nosotros no terminamos muy felices, no nos gusta recibir tantos puntos, fuimos perdiendo casi todo el juego pero así y todo lo buscamos por la buena ley.»

Sobre los tristes incidentes protagonizados por ambas parcialidades declaró: «El final entristece a todo el mundo, me pegó de manera especial, era mi casa, estaban mis hijos, mi esposa, mi familia, mis amigos y tuve que meter a mi señora y a los chicos al vestuario apenás terminó el partido, después que los busqué desesperadamente para ver donde estaban, porque estaban sentados justo ahí. No quiero emitir opinión sobre quien tuvo la culpa pero creo que cuando hay una pelea los dos tienen la culpa. No he leído ni escuchado nada, conozco la gente de Quilmes y sé que es muy buena gente pero he hablado con los dirigentes de Peñarol y me alegra que ellos hagan mea culpa y se hagan cargo del tema y no pongan excusas y no apelen y esperen lo que la AdC desee tomar como sanción porque saben que la merecemos y ojalá no vuelva a pasar nunca más, es así. Demasiada violencia hay en la calle, no podés mandar a un chico a la confitería, no se puede dormir porque te roban, no se puede salir porque te secuestran, no se puede dejar el auto porque te lo afanan y encima venís a un partido y tenes miedo de que se muera alguien. Basta, estas cosas no pueden pasar y no tenemos que tener miedo de hablar, tenemos que cortarla de raíz y nada, eso. Detectar quienes son los responsables y caerles con todo el peso de la ley.»

Te emocionaste al principio por el homenaje a Trapani y te conmoviste al final por los incidentes.
Recién ahora puedo hablar. Los triunfos la verdad que hacen milagros porque yo no tenía ganas de hablar ni en el partido, sinceramente. Uno está preparado para todo, como entrenador, como hombre, como padre, como esposo, como hijo. Pero no está preparado para cosas como estás, la violencia, es anti natural. La emoción del principio fue por el gordo Trapani y por volver a Olavarría con mi gente, mi familia, mis amigos. Lo otro nada, ellos saben entenderlo. Quilmes y Peñarol brindaron un espectáculo brillante para la gente de bien que fue el 95% de los asistentes. Pocos son los inadaptados que generan este tipo de situaciones violentas, no sólo en el básquet sino en nuestra sociedad que hoy está patética y es el punto más álgido que tenemos hoy en el país. Vos podés vivir sin dinero, te podés bancar un tiempo sin trabajo, podés solucionar problemas de educación. Problemas de seguridad y de salud ningún país debería tener. Lo que pasó en la cancha de básquet no es más que el fiel reflejo que está pasando en nuestro país.

Marcelo Demián Schleider
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