Quilmes por primera vez en la temporada cambiaba su quinteto inicial por cuestiones tácticas, ya que de movida mandaba al campo de juego a Maximiliano Maciel, relegando al banco de suplentes a Diego Romero, y vaya si le dio resultado la movida a Ramella, ya que el capitán del “Tricolor” siguió ganando el duelo personal con Gutiérrez en defensa, mientras que en ataque aportó puntos desde el perímetro, lugar del campo en el que su equipo encontró respuestas varias, en cuanto a la defensa propuso esa intensidad clásica que tan buenos réditos le da. En cuanto a su oponente, tras un arranque algo confuso, Campazzo corrigió su conducción, cargó al igual que en el segundo encuentro las ofensivas a la pintura donde una vez más Martín Leiva, solucionaba cualquier problema, y en defensa, el milrayitas se cerraba en “cajón”, poniendo muchos hombres en la pintura, impidiendo los rompimientos de los hombres del “cervecero” al canasto, por todo esto, el primer cuarto terminó igualado 19-19.

La rotación le dio mejores resultados a los dirigidos por Leandro Ramella, ya que mantuvo la intensidad defensiva, encontrando un aporte determinante de Diego Romero, quien en ese segundo parcial aportó 12 puntos, hasta que Gabriel Fernández con total mala intención y de manera artera le metió el dedo en el ojo, lastimando al pivote misionero, quien debió dejar el juego para ser atendido, ante la pasiva mirada de los jueces, quienes en vez de cobrar falta del olímpico sobre Romero, dieron salida de fondo para Peñarol, a pesar de eso, fue el “tricolor” quien llegó al entre tiempo con una brecha de dos puntos, 39-37.

Al regreso de las acciones, volvió a aparecer Facundo Campazzo, quien como sucedió en el primer juego, cansado de no encontrar respuestas en sus compañeros, monopolizó la ofensiva, marcando 18 puntos en ese tercer cuarto para llegar a los 21 en total, sin embargo, todo ese poder de gol no podía ser aprovechado por su equipo, porque Quilmes seguía enchufadísimo, con Maciel como estandarte, bien escoltado por Marín, Sahdi y Baxley, manteniendo la incertidumbre en el resultado al llegar al cuarto de la verdad con Peñarol ganando por la mínima, 55-56.

El último cuarto arrancó, como los tres anteriores, muy parejo, pero el base del seleccionado argentino, seguía siendo indetenible para el “tricolor”, que en el intento de defenderlo se iba cargando de faltas, mientras que el “pequeño-gigante” a fuerza de regates, penetraciones y pick & roll con Leiva, iba de a poco inclinando la balanza. Hasta que a falta de poco más de tres minutos, Quilmes cayó en un bache ofensivo, tomando malas decisiones y en un abrir y cerrar de ojos, Peñarol sacó, de la mano de Campazzo (11 puntos en ese parcial para llegar a 32), una luz de diez puntos, que se volvió irreversible para los de Ramella, quienes finalmente cedieron el tercer punto al caer, 68-80.

El cuarto y ¿decisivo? juego se disputará también en el Estadio Polideportivo “Islas Malvinas”, este jueves 1° de mayo desde las 22 horas, con la chance de cerrar la serie para Peñarol y con la obligación del triunfo para forzar un quinto juego por el lado de Quilmes.

Síntesis:
Quilmes (68): Sahdi (8); Baxley (7); Marín (8); Maciel (17); Ghersetti (8)(X)(FI); Vildoza (6); F. Piñero (0); Romero (12); Gallizzi (2); Ortiz (0). DT: L. Ramella.

Peñarol (80): Campazzo (32); Fischer (8)(X); Boccia (10); L. Gutiérrez (9); Leiva (11)(FI); Ibarra (3); Sosa (3); Fernández (1); Waigand (0); F. Giorgetti (3); S. Giorgetti (0). DT: F. Rivero.

Parciales: 19-19; 39-37; 55-56; 68-80.
Árbitros: D. Rodrigo – R. Smith – L. Zalazar

Fotos: Demián Schleider www.infoliga.com.ar
Crónica: Alejandro Maldonado Casamajor @alemaldonadopd / Especial para InfoLiga
Video: youtube.com/LNBAdC