Córdoba recibió al campeón

A más de un melancólico se le debe haber piantado un lagrimón, porque hacía mucho que Córdoba no disfrutaba tanto con Atenas. Tras seis años de festejos atragantados, de gorros guardados antes de tiempo y papeles que no llegaron a cortarse porque no había final para tirarlos, el pueblo griego volvió a rendirle homenaje a […]


A más de un melancólico se le debe haber piantado un lagrimón, porque hacía mucho que Córdoba no disfrutaba tanto con Atenas. Tras seis años de festejos atragantados, de gorros guardados antes de tiempo y papeles que no llegaron a cortarse porque no había final para tirarlos, el pueblo griego volvió a rendirle homenaje a sus dioses, que bajaron de su Olimpo (o mejor dicho, del colectivo que los trasladó desde Puerto Madero), para compartir un título que tardó en llegar pero que reavivó una mecha que parecía totalmente apagada.

Kilómetro a kilómetro los festejos fueron tomando diferentes formas, pero encontraron en la mítica esquina de Aguado y Galeotti el lugar ideal para alcanzar su punto más alto junto a hinchas, amigos y familiares.

Fue un festival de luces, bocinazos y sirenas. De banderas que no dejaron de flamear y gargantas que no dejaron de gritar.

Desde las 20, 700 personas ya habían comenzado a congregarse en el Arco de Córdoba para darle la bienvenida al campeón a su ciudad, que entró eufórico montado en una autobomba. Cuadra a cuadra fueron sumándose autos, motos y hasta bicicletas, para recorrer avenida Sabattini, llegar al Parque Sarmiento y seguir su rumbo por Chacabuco, y bulevar Illia hasta el Patio Olmos. Por entonces, ya eran 1.500 las personas que acompañaban desde las calles, y más de seis cuadras de cola de autos.

El reloj marcó las 22.30 cuando el ómnibus llegó a la sede del club, derrochando una enorme alegría que se materializó en ensordecedoras canciones e interminables sonrisas, abrazos y lágrimas que dieron cuenta de todo el esfuerzo realizado.

Hablaron todos. Cantaron todos. Le pidieron a Diego que no se retire y a Bruno que no se vaya. Desplegaron el repertorio más amplio de canciones.

«Yo sabía desde el comienzo que íbamos a lograr esto, por el apoyo de los auspiciantes, dirigentes, jugadores y cuerpo técnico», dijo el presidente, Felipe Lábaque.

Informe: María Eugenia Mastri – Diario La Voz