Luego de dimes y diretes, la Agencia Prevención contra la Violencia en el Deporte (Aprevide) notificó a la Asociación de Clubes que el clásico del 1º de octubre entre Quilmes y Peñarol, por la segunda fecha, no se podrá jugar en el estadio de Once Unidos, tal como requirió y anunció el club «Tricolor» la semana pasada.

Pasado el mediodía, la AdC recibió un fax de la agencia, indicando que el escenario de Parque Luro «no es seguro». Pese a que Quilmes había recibido, en principio, el visto bueno del organismo, el clásico de Mar del Plata deberá jugarse en el estadio Polideportivo Islas Malvinas, con las dos parcialidades.

De esta forma, y al margen del derecho que le pueda asistir al club «Cervecero» de querer jugar este partido en el reducto donde hace de local, parece una decisión más acorde a la realidad. Quilmes estaba dispuesto a perder desde lo económico, para privilegiar lo deportivo. Intentar aprovechar la ventaja de su cancha. Sin embargo, el espectáculo perdía a una de las parcialidades en las tribunas, algo que nunca sucedió en la historia de más de 100 enfrentamientos. El Polideportivo, con sus comodidades, es un escenario acorde a la historia de este maravilloso partido. Futbolizarlo con la presencia única de hinchas locales, sería un retroceso para este clásico.

Informe: 0223.com.ar