Atenas de Córdoba goleó anoche 110-85 a Minas Tenis y terminó segundo en el Grupo A de la Liga de las Américas 2009-2010. Cristian Romero fue el goleador en el equipo de Rubén Magnano con 17 puntos. El Griego jugó el partido sabiendo que ya estaba sin chances de llegar al Final Four.
Sin nada para ganar y con la eliminación del cuadrangular final de la Liga de las Américas a cuesta salió a jugar Atenas con Minas Tenis de Brasil. “Tenemos que jugar por la vergüenza deportiva”, arengó Rubén Magnano a sus dirigidos para salir a cumplir con el compromiso. “La gente nos aplaudió siempre la actitud. Siempre, ganemos o perdamos. A ellos hay que responder”, agregó el DT. Y los verdes respondieron y superaron a los brasileños por 110 a 85 en el cierre, amargo, del certamen continental.
Atrás habían quedado los nervios, esperando la caída que no llegó de Quimsa y que le abría las puertas a la clasificación.. “No se puede ver, me va dar un infarto”, comentó Juan Pablo Cantero, mientras miraba de reojo el duelo de los santiagueños con Soles Mexicali, junto a Juan Manuel Locatelli, Djibril Kante y Andre Laws, desde uno de los ventanales del Cerutti.
También Felipe Lábaque sufría desde un palco, viendo cómo se iba diluyendo la ilusión de volver a festejar un título internacional. En otro palco, Magnano conversaba con Facundo Sucatzky mientras observaba el reloj y el tanteador, esperando un guiño del destino y el triunfo mexicano que nunca llegó. El festejo fue para los cerca de 50 santiagueños y la desazón para los cordobeses que se quedaron en el estadio alentando al elenco cordobés.
Y los jugadores de Atenas se brindaron a pleno pese a tener que disputar el partido que nadie quiere jugar. Aun sin emplearse a pleno defensivamente en el primer tiempo, los verdes jugaron como si fuera por los “porotos”. Minas, mientras tanto, salió a buscar la primera victoria del cuadrangular, dejando todo en el campo. Fue así que en la primera mitad se vio un duelo parejo, que terminó igualado en 23 el cuarto inicial y en 47 el segundo cuarto.
Pero Atenas se repuso de la frustración en la segunda mitad, marcando a “cara de perro”, y marcando diferencias con su juego de conjunto, pese a que Minas ensayó por varios momentos una defensa zonal, esa que tanto complicó a los griegos en la noche anterior con Quimsa. Esta vez nada pudo hacer y el elenco de Magnano empezó a sacar ventajas. Tanta fue la diferencia que los chicos verdes, Pablo Orlietti, Felipe País e Ignacio Fernández, tuvieron su bautismo internacional en la noche de despedida de Atenas de la Copa de las Américas. Así, la energía vuelve a la Liga Nacional y al Súper 8.
Crónica: Marcelo Chaijale – La Mañana de Córdoba
