Peñarol-Atenas: las 5 claves del Juego 1

El primer punto de la Serie Final quedó para el local y favorito de la prensa especializada, Peñarol de Mar del Plata. El partido hizo justicia a los pronósticos de paridad durante poco más de 20 minutos. Cuando los marplatenses pudieron desplegar su básquet, no hubo vuelta atrás y Atenas de Córdoba cayó sin atenuantes. […]


El primer punto de la Serie Final quedó para el local y favorito de la prensa especializada, Peñarol de Mar del Plata. El partido hizo justicia a los pronósticos de paridad durante poco más de 20 minutos. Cuando los marplatenses pudieron desplegar su básquet, no hubo vuelta atrás y Atenas de Córdoba cayó sin atenuantes. Aquí, las 5 claves del partido.

1) El aire de Locatelli. En un partido en el que los dos equipos jugaron raro, el aire de Atenas duró lo que el aire de su escolta titular. Locatelli estuvo en cancha casi treinta minutos -tal vez, demasiado- intensos. Llegó a ser, a la vez, el goleador del juego y la pesadilla de Leonardo Gutiérrez. Pero la falta de descanso le pasó factura en el cierre: a poco del final, un robo de Campazzo y, casi de inmediato, una tapa antológica del propio olímpico, pusieron coto a su influencia y marcaron el destino del encuentro.

2) Solidaridad vs. dependencia. Como contracara de lo anterior, y más allá de la chispa de su base suplente (ver abajo), Peñarol repartió el goleo para consolidar, con el correr de los minutos, una ofensiva incontenible. Sus seis primeros jugadores (Rodríguez, LaMonte, Mata, Gutiérrez, Leiva y Campazzo) anotaron entre 10 y 16 puntos. No hay planteo defensista que alcance para cubrir tantos flancos.

3) Refuerzos sin peso. En el juego de anoche, Oscar Sánchez no se apoyó en sus foráneos, White y Kanté. Esto es especialmente significativo cuando se trata de dos jugadores temperamentales, que alimentan su producción con los llamados “minutos de confianza”: si se sienten importantes, suelen terminar siéndolo. En un pasaje, llegó a privilegiar frente a Kanté al juvenil Orlietti (ciertamente un gran proyecto, pero aún con énfasis en el sustantivo), para frenar uno de los impulsos anotadores de Martín Leiva. Y su tercera carta de triunfo, Diego Lo Grippo, estuvo ausente (en el banco, y también durante su permanencia en cancha) la mayor parte del encuentro.

4) Facundo Campazzo. El base -justamente- cordobés demostró una vez más que su documento es mentiroso, y es juvenil sólo en la planilla. Ni siquiera un primer tiempo muy discreto, con errores que hubieran minado la confianza de más de un jugador experimentado, pudieron con su ánimo. Volvió del descanso largo renovado, para defender, robar, anotar y contagiar su ímpetu. Crece el clamor, popular y periodístico, para postularlo al puesto de tercer base mundialista.

5) El inexpugnable criterio arbitral. Estas pretenden ser las 5 claves del partido, y no -necesariamente- las del triunfo de Peñarol. Merece un puesto en el resumen, entonces, el ¿criterio? de los hombres de gris (y naranja), que no influyó en el fondo pero sí en la forma del primer chico de la Final. Comenzaron sancionando todo lo que remedara una falta. A poco de empezar el partido, un par de jugadores por bando ya tenían dos luces encendidas en el tablero. Pero poco después se volvieron reformistas del reglamento FIBA, e incorporaron la ley de ventaja (que no es lo mismo que el «principio ventaja/desventaja», que existe y fue el que precisamente no se aplicó con consistencia)*. Claro que tampoco éste fue el parámetro que prevaleció el resto del juego: en el segundo tiempo alternaron pitazos celosos con silencio de radio. Además fue curioso -para sumar una rareza más a un encuentro en el que sobraron- que el juez designado, el internacional Pablo Estévez (número uno entre sus pares según la AdC), soplara tan pocas veces en relación con lo que lo hicieron los árbitros Rodrigo y Fernández. El próximo duelo será regulado por el trío Chiti-Rougier-Smith, quienes tendrán un doble desafío: mantener en su cauce una serie que será cada vez más friccionada, y hacer comprensibles sus pautas.

Nota: T. Schleider, especial para InfoLiga.com.ar

* La aclaración entre paréntesis busca responder un comentario del lector J.P. Rodríguez, que fue involuntariamente eliminado debido a un problema técnico. Por este medio se agradece su aporte.