El entrenador de Boca, Oscar Sánchez, le explicó a LNB.com.ar que antes del partido ante Sionista sentía “una molestia en el pecho, pero cuando empezó, a los pocos minutos, se me hizo más fuerte. Si bien quise seguir, en un momento me preocupó y les avisé a los médicos. Llegué a tener 18/11 y medio de presión y no me bajó fácilmente. Me dieron varias pastillas. No pensé que iba vivir una situación así. Yo me ponía más nervioso porque quería volver al banco, por lo que nos estábamos jugando, pero los médicos no me dejaron”.

Cuando tras el episodio los médicos lograron nivelarle la presión arterial, lo autorizaron para que viera el partido desde la platea, pero sobre el final del juego volvió a subirle la presión y lo obligaron a hacer reposo en el consultorio del estadio.

Sánchez se realizará este lunes por la noche estudios médicos para confirmar su situación arterial y cardíaca.

El entrenador, que este lunes trabajó normalmente y dirigió el entrenamiento, reconoció que es “hipertenso y vengo de una familia con antecedentes, pero no estaba tomando las pastillas con regularidad. Para colmo, vengo de un mes con mucho trabajo y ya tengo 52 años. Debo empezar a cuidarme un poco más la salud y estar más tranquilo, pero yo me pongo mucha presión por la situación en la que está Boca”.

Por su parte, el médico de Boca, Marcelo Murillo, le dijo a LNB.com.ar que “en el consultorio le hicimos un electrocardiograma y los resultados fueron buenos, pero le seguiremos haciendo análisis para quedarnos tranquilos y que no se reiteren estos episodios. Seguramente lo verá un cardiólogo y determinará qué medicación debe tomar. Si bien Sánchez es hipertenso, el domingo se complicó con la alta temperatura. Además, casi todos los técnicos sufren problemas de presión arterial por situaciones estresantes que viven”.

Informe: LNB.com.ar