El cierre de la primera fase encontró a Argentina ya clasificado y con rivales definidos. La próxima semana enfrentará a Canadá, Venezuela, Brasil y Dominicana, de lunes a jueves, respectivamente (siempre a las 18 horas). Pero un triunfo posicionaría mejor su ánimo. Los dirigidos por Lamas lo sabían, y afrontaron el compromiso con seriedad. Y esa actitud dio sus frutos.

El partido comenzó parejo en las imprecisiones y los aciertos. Más allá de las diferencias de calidad e historia, los equipos se mostraron parecidos en sus quintetos iniciales, en cuanto a potencia y talla. El desarrollo fue tanto a tanto. El juego de conjunto de Argentina no logró marcar diferencias. Scola en la pintura, bien secundado por Nocioni en los rebotes, y Delfino en la línea exterior, aprovecharon las oportunidades que tuvieron. Reemplazando a un Ginóbili sin vías de gol abiertas, Paolo Quinteros ofreció dinámica en las dos mitades del campo y Oberto sustituyó a Nocioni para sumar envergadura. Pero en la visita Lloreda y Garcés, con el apoyo de Forbes desde larga distancia, mostraron que el desafío no les quedaba grande. En el primer descanso breve, el tablero mostró un 21 a 20.

Cambió el período pero no el desarrollo. Argentina mantuvo en cancha a Quinteros, y cambió a Delfino por Ginóbili. A poco del comienzo, Prigioni fue reemplazado por Sánchez, que le dio más calma al traslado. Pero las sendas hacia el aro rival no se abrían y, para colmo de males, los tiradores panameños acumulaban fe. Lamas continuó con las variantes. La más notoria, apostó a la dupla interna Oberto-Gutiérrez. Argentina siguió errando lanzamientos perimetrales hasta los 6:44, cuando Ginóbili abrió su cuenta con un triple frontal, y comenzó a abrir una brecha en el marcador. Oberto dejó su lugar a Scola y Quinteros a Delfino, para que Argentina llegara a la mitad del chico con 7 puntos de diferencia. Panamá se rearmó después de un tiempo muerto y achicó la distancia, hasta pasar al frente por un doble a los 2:56, cuando Nocioni ya habia reingresado al rectángulo. Con cuatro iniciales y Sánchez en la base por Prigioni, Argentina cerró un primer tiempo demasiado ajustado. Forbes-Lloreda-Garcés, y Pomare en las tablas fueron los valuartes panameños para llevarse el parcial por un punto: 38 a 39.

Luego del descanso prolongado, el equipo argentino pareció proponerse un cambio de actitud. Ajustó las defensas y en ataque apostó a lo que más le ha redituado: el tándem Ginóbili-Scola. A los pocos segundos de juego retomó la punta, y no la dejó hasta el final del divisorio. Nocioni sumó 8 puntos feroces a su cuenta personal y dio su agresividad defensiva, para contagiar dinámica a sus compañeros. Panamá la tuvo más difícil cerca del tablero, y Ginóbili castigó desde el exterior. Luego de transpuesta la mitad del cuarto, el aro se cerró para los dos. Oberto reemplazó a Scola y aportó presencia en los dos vidrios. De la sequía, vino la abundancia. Corridas y lanzamientos a la carrera dieron un cierre de cuarto vertiginoso. Un triple sobre la marca de Prigioni faltando 20 segundos fue la síntesis de lo que aconteció para que Argentina se fuese al último descanso con un favorable 64 a 51.

Los diez minutos finales comenzaron como el cierre de los anteriores: un triple de Prigioni casi calcado al último, aunque sin marca, le dieron al conjunto argentino la máxima, con el tanteador 67-51. Que enseguida aumentó con su tercer triple consecutivo el base titular, luego de un doble panameño. El juego se hizo de ida y vuelta durante los siguientes minutos. Oberto cometió su cuarta falta -muy polémica- faltando 7:43 y fue reemplazado por Scola. La intensidad fue en constante crecimiento y los jugadores argentinos ganaron confianza para anotar de todas las posiciones. A 5 minutos del cierre, 19 puntos separaban a los combinados y la diferencia parecía irreversible. El octavo definitivo del encuentro mostró a los de Lamas como serios candidatos al título. Por momentos, hasta los suplentes Quinteros y Jasen pudieron florearse. Es inevitable el lugar común de las tres «G» («ganó, goleó y gustó») para definir lo que se vio en la cancha. Un triple de Prigioni, desde nueve metros de distancia y sobre la cicharra, marcó el resultado final: un 90 a 71 para el festejo. Y otro juego a estadio lleno despidió la primera fase.

Síntesis
Argentina (90):
Pablo Prigioni 17, Emanuel Ginóbili 14, Carlos Delfino 11, Andrés Nocioni 18, Luis Scola 19 (FI); Juan Ignacio Sánchez 0, Fabricio Oberto 4, Juan Gutiérrez 2, Paolo Quinteros 5, Martín Leiva 0, Hernán Jasen 0, Federico Kammerichs 0. DT: Julio Lamas

Panama (71): Jamar Warren 2, Danilo Pinnock 13, Gary Forbes 13, Jaime Lloreda 20, Rubén Garcés 19 (FI); Reyjavick Degracia 0, Ariel Robinson 0, Eduardo Archibold 0, Josimar Ayarza 2, Joel Tesis 0, Leonardo Pomare 2, Desmond Smith 0. DT: David Rosario

Crónica: T. Schleider, especial para InfoLiga.