La circunstancia de que, por sus desempeños hasta aquí, los dos rivales ya estaban clasificados para las semifinales, no le restó un ápice de emoción al encuentro. Es que se trataba de Argentina y Brasil, el clásico sudamericano por antonomasia, y uno de los más tradicionales en el mundo del básquet. Con Oberto y Quinteros recuperados para los locales, y sin novedades en la visita, los dos combinados contaban con todo su potencial humano, y un triunfo los dejaría mejor posicionados en la tabla y en el ánimo. El estadio mostraba pocos claros, y la concurrencia se hizo sentir desde temprano.

Cinco segundos pasaron del comienzo cuando Nocioni sufrió una torcedura en su tobillo derecho al pisar sobre el zapato de Splitter, y tuvo que ser reemplazado, con visibles gestos de dolor, por Gutiérrez. Scola abrió el marcador poco después, y la lucha comenzó desde temprano bajo los tableros. Defensas muy aguerridas, árbitros celosos y efectividad variable fueron las notas destacadas de la primera mitad del chico. Brasil llegó a los 5 minutos con una luz de 3 puntos, 11-14, y parecía decidido a pasar por encima a Argentina. Pero una serie de ataques marrados por ambas partes hizo que el marcador recién se moviera dos minutos y medio después, con un lanzamiento de larga distancia de Delfino, al que siguió una pérdida brasileña. Ahora era Argentina la que aparentaba repuntar, pero los sistemas no fluían. Jasen reemplazó a Ginóbili. Otro tiro distante, esta vez de Gutiérrez, permitió a los locales pasar al frente por un tanto a falta de un minuto. Pero Brasil contestó desde el perímetro. Las marcas se relajaron por unos instantes y el cuarto terminó 17-19, al frente los verdeamarelhos. Huertas y Delfino, ambos con 7 puntos, fueron los goleadores.

Luego de la pausa inicial Argentina no tuvo aciertos en los primeros dos minutos, y Brasil se alejó por 6: 17-23. Lamas solicitó un tiempo muerto e intentó reorganizar a sus hombres. Con Oberto y Scola en cancha, la intención era sobrecargar el poste bajo. Ginóbili hizo sus primeros puntos del cuarto desde la línea, y el partido se volvió vertiginoso. Los Dorados ajustaron la defensa, forzaron malos tiros de la visita, y Magnano gastó su primer tiempo muerto tan sólo un minuto después. Brasil continuó corriendo y la contienda se hizo más desprolija. Los atacantes argentinos no se sentían cómodos contra la zona y les costaba anotar. Dos tiros abiertos de Scola pusieron a los locales nuevamente en juego, ayudados por un par de fallos bajo el cristal de Splitter. Faltando 2:43 el propio Scola tuvo dos lanzamientos libres. Un intento de barrida introdujo la bola en el canasto y Argentina pasó al frente. Desde allí, se alternaron el liderazgo, con un leve predominio albiceleste. Con el ingreso de Sánchez, el traslado se hizo más seguro aunque más tranquilo, y Kammerichs se sumó para equilibrar la defensa del alero chico. Una seguidilla de tiros apurados impidió que el rumbo del partido se acomodara, y la primera mitad terminó por la mínima: 28-27. Scola con 11 lideró el casillero de goleadores. Por Brasil, Guilherme y Huertas sumaron 7 cada uno.

En el segundo tiempo, Argentina abrió con Kammerichs en lugar del lesionado Nocioni. Brasil a menos de un minuto pasó al frente y el jeugo se hizo más trabado aún, con posesiones largas más por mérito de ataques confusos que de defensas ajustadas. Cuando el reloj marcaba 6:36 Brasil había logrado sacar 6 puntos de luz, y Argentina no parecía encontrar soluciones a la marca personal. Arrestos individuales -con Ginóbili a la cabeza- impidieron que se ampliara la distancia, pero la defensa no lograba contener al -como nunca- imparable Rafa Hettsheimer, que se colocó el equipo al hombro y logró que la brecha fuera de diez tantos (32-42) a falta de 5 minutos. Scola rompió la sequía con un lanzamiento de cinco metros, pero lso brasileños no aflojaban en ninguno de los extremos de la cancha. Un recupero bajo el vidrio y doble de Kammerichs, seguido de dos triples de Prigioni, dieron vida nuevamente a los locales. Kammerichs volvió a hacerse importante, para poner el juego a 3 puntos a falta de 2 minutos, y levantar a los hinchas. Enseguida, desde al línea, Ginóbili acercó al equipo a la mínima diferencia, y el juego se equilibró también en su desarrollo. Fueron dos escapadas de Brasil las que le permitieron recuperar un pequeño hiato de 5 puntos, acortado por Scola con 1 de 2 desde la línea. Previo al último descanso, un triple sobre la chicharra puso a Brasil por 6 arriba: 47-53.

Sin margen para el error, Argentina salió con los mismos hombres a revertir la historia. A 8:17 del final, Scola convirtió dos lanzamientos desde la línea, que sumados a un doble suyo y otro de Ginóbili colocó una distancia de sólo dos puntos. Pero Brasil no se entregaría con facilidad. Rada continuó lastimando cerca del aro y la defensa se ajustó más todavía. Argentina apostó a la zona, y Brasil tuvo algunos desaciertos. El juego había recuperado su paridad inicial, que duró poco. Triple de Huertas, falta ofensiva de Scola, y otra vez 5 puntos a favor de la visita. Lamas usó un tiempo muerto y el equipo pareció ordenarse. Los dos combinados optaron por defensas personales, y los argentinos pudieron hallar tiros más francos. A 3 minutos del final, Brasil seguía liderando por 5. A 2:20 de final los árbitros le pitaron la quinta falta a Scola, y todo parecía perdido, pero una tapa antológica de Ginóbili a Splitter trajo nuevos bríos. Sin embargo, Argentina no pudo convertir y Brasil sí. Lamas gastó su último tiempo muerto a falta de 1:13, con 7 tantos de distancia. Una bandeja de malabarista de Delfino achicó la distancia, pero el triple de Gilherme a 36 segundos fue lapidario, a pesar de que Prigioni le respondió en igual medida. Marcelinho parecía sentenciar el juego desde la línea, pero un doble de Prigioni y un triple -con tablero- de Delfino, seguido por una falta, dio un poco más de aliento. Alex no falló sus tiros libres y finalmente, Prigioni convirtió el doble del honor para terminar 71-73. Rafa fue el goleador de Brasil con 19, y Scola el del juego con 24.

Argentina perdió el invicto y, por momentos, la línea de juego. Es de esperar que mañana revierta este mal trago y se componga para encarar la semifinal, donde todo se define.

Síntesis
Argentina (71):
P.Prigioni 13, E.Ginóbili 14, C.Delfino 12, A.Nocioni 0 (lesionado) y L.Scola 24 (x) (FI); J.Gutiérrez 2, H.Jasen 2, F.Oberto 0, J.I.Sánchez 0 y F.Kammerichs 4. DT: Julio Lamas.

Brasil (73): Marcelo Huertas 17, Alex 7, Guilherme 13, Marquinhos 14 y Thiago Splitter 1 (FI); Marcelinho 0, Rafael Hettsheimer 19, Rafael Luz 0 y Lima 2. DT: Rubén Magnano.

Crónica: T. Schleider, especial para InfoLiga