Rubén Garcés, un trotamundo en Atenas

El panameño Rubén Garcés, que jugó en la NBA y en España, pudo recorrer el mundo gracias al básquet. Habla de su vida y su presente en el Atenas de Córdoba.

Para él, es bueno creer. “Me gusta creer en algo y tener esa noción de tranquilidad”, dice. Se define como católico y lo demuestra con hechos. Antes de comenzar cada partido, se persigna y lleva adelante todo un ritual. ¿Otro? Lo primero que le llamó la atención de Córdoba fue nuestra Catedral. ¿Más? Tiene tatuada una cruz y un rosario, con la frase mentally strong (mentalmente fuerte). Pero también cree en el trabajo. Ese que esculpió su físico de adonis, a lo que le sumó inteligencia y talento para hacer lo que sabe: jugar en la pintura.

El panameño Rubén Garcés es una de las caras nuevas de Atenas para esta temporada. Y mal no le va. En sus primeros cuatro partidos con la casaca verde, el interno promedia 11.8 puntos y 12.3 rebotes por juego (el mejor de la Liga en este rubro). Con 38 años sobre sus espaldas, demuestra que está listo para seguir en la elite y darle calidad al plantel griego. “El reto es siempre ser más de lo que esperan”, admite este nacido en Colón, una pequeña ciudad portuaria, ubicada en la entrada Atlántica del Canal de Panamá.

Garcés fue la figura de Atenas en el triunfo sobre Regatas de Corrientes 78-75, anotando 17 tantos y tomando 12 recobres. “Fue un partido de perros y gatos. Estamos adaptándonos muy bien. Tuve más paciencia para dejar que el juego llegara a mí y no estuve tan apresurado como en los primeros tres partidos. Mis compañeros ya empiezan a verme y a buscarme en posiciones de movimiento, en vez de jugar tan estático. Me sentí muy bien. La verdad es que nuestra identidad es nuestra defensa. Es la que nos saca de apuros y ante Regatas lo hizo de nuevo”, contó sobre el juego del viernes.

Con 15 años como profesional, después de jugar en el básquetbol college y universitario en Estados Unidos, tiene una vasta experiencia, por lo que su mirada sobre el momento de Atenas es más que válida. “Estamos en plena adaptación. Todavía no entrenamos durante tanto tiempo y nos está faltando trabajo. Me gusta el juego dinámico, el juego para los tiradores. Yo aporto mis bloqueos y cuando rolo siempre aparezco solo. Lo que me gusta es el espíritu del equipo. Es alegre, con coraje. Acá todos se tiran al suelo y buscamos el robo una, dos, tres, cuatro veces en una misma secuencia. Anima y motiva jugar así”, analizó. Y sí, también cree en el equipo.

Pero el panameño vive una nueva experiencia en Córdoba. Ser dirigido por Sebastián González, que es tres años más joven que él. De todos modos, le quita importancia al detalle: “No le presto atención a eso. Él es un entrenador capacitado para estar al frente de un equipo como Atenas. Argentina tiene la mejor Liga de Latinoamérica y para estar en donde él está tiene que tener capacidad. Lo respeto como entrenador. Es verdad que yo tengo más tiempo dentro del negocio del baloncesto que él, pero de él yo puedo aprender muchísimo. Siempre me manejé de esa manera y puedo sacar mucho de su inteligencia. Igual, si él necesita de mi experiencia para que aporte algo, acá estoy. Tenemos que sumar entre todos”.

Trotamundos. Por el básquet, jugó en una veintena de ciudades, aunque le resta por descubrir Córdoba. “No pude conocer mucho todavía”, reconoció. “Pero me voy a levantar temprano y aprovecharé las horas de descanso para pasear un poco por el centro. He visto una iglesia muy bonita (la Catedral) y me voy a poner en rol de turista”, agregó.

Garcés es panameño, vivió muchos años en España, tiene a su familia en Estados Unidos y él se encuentra hoy en Córdoba. Entonces, ¿cuál es su lugar en el mundo? “Es estar con mi familia. Este es mi segundo año que estoy sin ellos, después de tantos años en España. La verdad que es muy, muy difícil. Y eso es lo que me va a llevar a dejar de jugar un día. Podrían estar aquí conmigo, pero el sistema educativo es muy diferente al de Estados Unidos. Así que veremos hasta cuándo puedo aguantar yo”.

Yo soy: Rubén Garcés – Panameño – 38 años – 2.08 metros
En la NBA, estuvo en Spurs (no jugó), Suns y Warriors, con 13 partidos en total. También pasó por la CBA y jugó en Francia (Asvel), Venezuela (Toros), España (Valladolid, Breogán, Estudiantes, Valencia y Zaragoza), México (Algodoneros y Soles) y Argentina (Boca, La Unión y Atenas).

Entrevista: Jorge Luna Arrieta – diaadia.com.ar