Con un buen funcionamiento colectivo, especialmente en la segunda mitad, los aurinegros superaron con holgura a Quimsa por 79-59, acumularon su segunda victoria consecutiva y se afirman para buscar el pase al Súper 8. Cuando parecía que el partido iba a ser pelota a pelota, con un final cerrado, todo se destrabó y terminó siendo para el local que marchará tranquilo el viernes a Santiago para buscar la revancha en casa del equipo de Romano.
El arranque prometía un partido de aquellos donde no se puede dar ventajas. Ninguno marcaba un dominio notable y los dos puntos de diferencia que obtuvo la visita en el primer chico, fueron descontados por el local en el segundo para marcharse 34 iguales al descanso.
Sin embargo, pronto la historia comenzó a cambiar en el tercer cuarto a partir de una defensa más agresiva de los de Demti, que recuperaron varias pelotas y salieron de contra encontrando huecos en el aro visitante. La rotación le dio buenos réditos al DT local que tenía en Pittman su arma más letal pero que también contó con el aporte de Battle (14 y 9 rebotes) e interesantes resultados desde la banca (10 de Alloatti, 8 de Treise).
Los cinco tantos de ventaja (55-51) con que saltaron al rectángulo se fueron incrementando en los primeros minutos del tramo final. El tiempo era aliado de los Tigres y Romano no encontraba alternativas para hacer funcionar a un equipo que en la primera parte brillaba por su goleo repartido pero que ahora lo que repartía eran imprecisiones y carencias.
Con el control de las acciones tomado, los locales se enfocaron en llevar lo más alto posible la diferencia. Así, sin aflojar hasta el final, la fueron estirando punto a punto para dejarla en 20 (79-59) y en solamente 9 unidades a la visita en los últimos diez minutos, donde prácticamente se limitaron a ver cómo Libertad disponía de las acciones a placer y conveniencia
Crónica: Somos Deporte