En su historia, Atenas debe haber pasado pocas veces por situaciones tan cambiantes: del mazazo en el pecho por la caída ante el Boston College a la fiesta de anoche, con un triunfazo ante el estelar Flamengo (83-74), hubo menos de 48 horas de diferencia (del infierno al cielo, en viaje express).
La montaña rusa de sensaciones no fue sólo por el Griego: un cuadrangular de locos, con resultados como para que nadie gane el Prode, le cambió la hoja de ruta de antemano. Si hasta la noche anterior parecía obligado a ganar para meterse al hexagonal final, la carambola de resultados lo mandó al parqué del Cerutti con la clasificación ajustada con tornillos antes de jugar ante el “cuco” carioca.
Pero, lejos de relajarse por la noticia, Atenas salió a comerse la cancha (y a un rival de figuras XL). Jugó un partidazo, con paciencia y madurez, e hizo que el abismo entre el rendimiento decepcionante del jueves y el hipersólido de ayer fuera alto como la Torre Ángela.
Mientras Marcelinho (mano de fuego y movimientos exquisitos) pudo asociar su goleo con el del NBA Leandrinho o con el peso físico de los internos, Flamengo prevaleció en un juego con muchísimo ritmo. Atenas, que había corrido siempre desde atrás (la máxima en contra fue de siete: 54-47), lo igualó en 56 con una ráfaga de Hayes, el goleador verde, y se agigantó en los últimos 10 minutos, con una defensa que sólo permitió 9 puntos en el cuarto. Sucatzky y Melvin armaron una dupla letal, Lescano fue ese pulpo que hace de todo y Gerlero y García pusieron piernas frescas. Un parcial de 11-1 dejó el tablero 83-71 y liquidó la resistencia de un Flamengo que asustaba y terminó rendido a los pies de un Atenas que recobró todo su crédito de un sacudón.
Síntesis:
Atenas: Bruno Lábaque 5, Juan Rivero 8, Matías Lescano 11, Cristopher Hayes 15 y Rubén Garcés 9 (FI); Marcus Melvin 13, Miguel Gerlero 7, Facundo Sucatzky 12 y Mariano García 3. DT: Sebastián González.
Flamengo: Leandrinho 14 (x), Marcelinho 25, David Jackson 6, Kammerichs 14 y Caio Torres 9 (FI); Hélio 0, Teichmann 4, Fred 0 y Atila 2. DT: Gonzalo García.
Parciales: Atenas 18-22, 36/39, 60/65 y 83/74.
Árbitros: Héctor Uslenghi y Adrián Vásquez, ambos de Uruguay.
L
o que dejó el torneo «Un trompadón» para despertar
“Lo del jueves, más que un cachetazo fue un trompadón. La dirigencia había hecho un esfuerzo grande para que no viajáramos a jugar este cuadrangular, por la seguidilla de partidos de Liga Nacional, y no nos habíamos respetado ni a nosotros mismos ni a nuestro trabajo como equipo. Estábamos muy dolidos. Y este sábado nos daba vergüenza estar clasificados antes de jugar. Que quede claro que Boston College jugó mejor y que perdimos por eso, pero no tuvimos la actitud que hay que tener cuando se entra a una cancha. Y era importante demostrarnos que estábamos bien”. Así de claro fue Sebastián González, el técnico ateniense, para graficar el salto de calidad –y sobre todo de actitud– que mostró su equipo entre un debut para el olvido y un cierre para el recuerdo.
Cuando debió dimensionar si la victoria ante un equipazo como el Flamengo ejercía mayor influencia en lo anímico o en lo deportivo, “el Seba” planteó: “En lo anímico fue clave. Si no nos demostrábamos lo que podemos hacer en una cancha, nos iba a costar mucho, en especial por la cantidad de partidos que se vienen (cuatro, entre el lunes y el domingo). Podemos ganar o perder, pero con esta actitud nos vamos a ir todos tranquilos. Hoy me gustó, además, que terminamos con cuatro jugadores del banco y eso es muy importante para cuidar el físico y para que todos sepan que pueden entrar y cerrar un juego. Se necesita un plantel largo y a eso aspiramos como equipo”.
“Bicho” feliz. “Tuvimos un rival de un potencial tremendo y jugamos muy bien los 40 minutos. Nos viene muy bien en lo mental y en lo deportivo, porque no estábamos bien. Nos hacía falta jugar un partido como éste: defendimos y atacamos muy bien, y nos convencimos de que podemos hacer las cosas bien”, destacó Matías Lescano.
Crónica: MundoD.com.ar
