Esta vez nada salió. Todo al revés. En esta oportunidad el sorprendido fue Sionista. El trabajo en conjunto no funcionó y el rendimiento individual no fue para nada bueno. Así como el miércoles hizo una tarea brillante, anoche lo de Sionista fue apático, desprolijo y desacertado.
Fueron 40 minutos de un mal funcionamiento, de no saber como controlar a su rival ni tampoco de cómo imponer sus virtudes.
Sionista desaprovechó una buena oportunidad para seguir firme en su recorrido. Perdió su primer partido de local en esta segunda fase y desaprovechó la chance de mantenerse como uno de los escoltas.
La Unión de Formosa otra vez lo sorprendió y como en la primera fase le ganó en el Moisés Flesler. Fue por 89 a 76 por la octava fecha de la segunda fase de la Liga Nacional A.
MEJOR LA VISITA. Gabriel Picatto se la jugó de lleno en el arranque del partido. A sabiendas que el local entró con menor cantidad y calidad en el perímetro ante las ausencias de Juan Locatelli y Federico Ferrini, el DT de La Unión propuso regalar más el juego externo y afianzar y rodear la zona pintada. Una zona 2-3 prestándole atención a los cortes de Johwen Villegas, el tirador de Sionista, fue la propuesta defensiva de la visita.
La iniciativa de los formoseños le dio resultado. A Sionista le costó y mucho poder romper esa marcación zonal.
Todo fue muy desprolijo para el dueño de casa.
La Unión, bien parado atrás y con Joseph Smith como principal arma ofensiva, tomó la primera distancia del partido (17 a 10). En busca de mayor dinámica y más vértigo, Sebastián Svetliza mandó a la cancha a Luis Cequeira. El conductor tuvo un buen ingreso, al menos sirvió para achicar en el primer segmento (17-15).
TODO IGUAL. A diferencias del pasado miércoles, Sionista no estuvo fino en defensa. Perdió mucho en el uno contra uno y en varias oportunidades le ganaron la espalda. La movilidad e intensidad de la visita lo complicó. La Unión jugó bolas rápidas, a dos o tres pases para después ir directo al aro. La dupla Pérez-Smith desequilibró afuera, mientras que adentro el tridente Mikulas-Lewis-Wolkowyski respondió efectivamente.
Sionista empardó en 25 pero al ratito nomás La Unión volvió a comandar en el trámite y en el resultado. La ventaja nunca fue amplia, pero sí lo suficientemente incómoda para el dueño de casa, que en sí tuvo problemas para encontrar regularidad en su andar.
El 42 a 36 del primer tiempo estuvo bien para La Unión, que fue más y se entusiasmó para el futuro.
SUBE Y BAJA. Estaba claro que para cambiar el panorama Sionista debía mejorar sí o sí su producción defensiva y tener más oficio para romper la zona. Nada de ello ocurrió. En el complemento todo empezó mal para el Centro Juventud. El equipo siguió en la misma tonalidad: atrás estuvo muy endeble y desconcentrado, mientras que adelante fue un cúmulo de imprecisiones y malas decisiones.
En vez de mejorar, Sionista empeoró. Claro está, La Unión aprovechó para afirmarse en el partido y tomar cada vez mayor diferencia. Smith siguió siendo una pesadilla, Pérez estuvo astuto, Mikulas ratificó su oficio y Marín se sumó a la causa. Los formoseños primero se fueron 47 a 36, después estiraron 56 a 44 y posteriormente sacaron la máxima: 63 a 46.
Con más corazón que básquet, el local acortó. Dos triples de Hure elevó la autoestima. Sirvió par achicar y para intentar recomponer la imagen. Para lograrlo Svetliza metió varios cambios: afuera Villegas, Sandes, Rollins y Cequeira. Adentro Hure, Zilli y los pibes Agasse y Pérez. El tercer cuarto concluyó 65 a 54 para la visita.
SIN CAMBIO. Un cuadrado y uno con Smith y una mayor actitud defensiva le sirvió al local continuar con la remontada. A su vez, Iglesias empezó a jugar como siempre se le pide: tomó mayor protagonismo, penetró y se hizo cargo del equipo. Lo acompañó bien Agasse, quien con un triple puso a su equipo solo a 5 de luz (70 a 65).
La importante ventaja que sacó La Unión durante el partido le sirvió para respirar hondo, no impacientarse por la arremetida de su oponente y esperar otra vez su momento. Un triple de Ariel Pau y un doble de Lewis le devolvió una interesante ventaja.
Svetliza buscó la reacción final con los más experimentados. Volvieron Villegas, Sandes y Cequeira. No fue la mejor noche de los tres, como así también de todo el equipo. Sionista no tuvo recursos, ni ideas como para elevar la calidad de su nivel.
El partido entró a la recta final con una diferencia de 81 a 72. La desesperación de uno chocó contra la paciencia y el razonamiento del otro. La Unión hizo correctamente su trabajo, no se salió de su libreto y sus figuras hicieron un gran partido.
Sionista estuvo lejos de ser el conjunto rendidor que sí lo fue el miércoles ante Regatas. Esta vez sí extrañó a Locatelli y Ferrini. El equipo no fue equipo y despidió el 2011 de local con derrota.
Crónica: El Diario