Habitualmente el deporte en general premia al que mejor hace las cosas. Y anoche no fue la excepción. Lanús fue superior a Regatas a lo largo del partido y se llevó la victoria para el Sur del Gran Buenos Aires. El 68-66 agónico, que generó la corrección sobre el mismo aro de Levy después de un lanzamiento de Cantero, le dio el festejo desaforado “granate” de Silvio Santander, quien volvió a darse el gusto en Corrientes. Es que el entrenador bonaerense jamás perdió en el estadio José Jorge Contte cada vez que tuvo enfrente al equipo del parque Mitre en la elite.
Por tercera temporada consecutiva ganó con Lanús en esta ciudad e incluso ya lo había hecho en 2006 cuando vino con Argentino, de Junín.
El cierre de 2011, entonces, encontró a Regatas en medio de nubarrones que empañaron su gran primera fase (récord histórico de 11-3). Porque a partir de la segunda sufrió seis derrotas en diez juegos y ahora merodea por los puestos de mitad de tabla en la Liga Nacional de Básquetbol que lo tuvo en el inicio como uno de los candidatos.
Continuando a tono con el vicio de empezar los partidos “saliendo a ver qué pasa”, Regatas no la pasó bien ante Lanús en los primeros minutos. Porque el “granate” tuvo buena circulación de balón en ofensiva y estuvo compacto en la marca. La variante táctica de colocar a Aprea como inicial no dio el resultado esperado porque Levy (8 puntos) marcó diferencias en la pintura y el resto de sus compañeros acompañaba con criterio. Entonces llegaron sendos triples de Byró y Laprovittola, para escapar 18-7 a 2:50 de cerrar el primer cuarto. Ni el tiempo muerto pedido por Casalánguida logró despabilar a los suyos, que perdieron fluidez en el ataque y quedaron descompensados en defensa. Por eso no extrañó que la visita ganara el parcial 22-12.
Siguió sin hacer pie Regatas atrás y Lanús aprovechó con un incisivo Boccia para sacar máxima de doce: 26-14. El fastidio del público correntino empezó a hacerse evidente. Y fue lo que encendió la reacción del equipo del parque Mitre, que defendió más aguerrido, pudo recuperar un par de balones en primera línea y corrió la cancha con Quinteros y Romano. Y fue justamente el ala pivote juninense el que le dio otros bríos con dos “bombazos” para adelantar a Regatas: 33-32. Fue durante un relámpago nomás porque enseguida Boccia con doble le bajó la persiana a la etapa.
En la reanudación, se hizo “palo y palo”. Regatas, que se prodigó en defensa, creció adelante de la mano de Romano (9 en el tercer cuarto). No obstante, Lanús se mantuvo siempre en juego porque tuvo un goleo repartido, aunque sin tanta facilidad para llegar al gol.
De ese modo, entraron a la recta decisiva muy equilibrados. Y ese tono se mantuvo casi en los diez minutos finales. Regatas, la mayor diferencia que pudo tomar fue de tres puntos, merced a una buena racha de Kante (siete) y el empuje de siempre de Martínez. Pero Santander lo dejó descansar suficiente a Cantero y éste cargó la pólvora. Volvió con dos triples fulminantes (en el medio también había acertado Cavaco a distancia) y después un doble elaborado con paciencia por él mismo. Con 13”9 en el reloj, Kante falló un libre e igualó 66-66. La última, como era de esperar, la definió Cantero, remató Levy y festejó el Lanús de Santander.
Crónica: Diario Época