Fue un trabajo frío, cerebral, bien ideado y mejor ejecutado. Peñarol dejó la pilcha de equipo triplero en el placard, más allá de los aciertos de Safar que sirvieron para apuntalar, y se puso la ropa de fajina. A fuerza de defender durísimo y de ir a tirar lo más cerca que pudo del canasto boquense, a paso de hormiga, edificó un éxito amplio en el marcador y en las cifras. Fue 81 a 69 sobre Boca por la decimosexta fecha de la Liga Nacional de Básquetbol para seguir a dos puntos del líder Obras.

Enseguida Peñarol encarriló el partido. Con una actuación sólida, superior a las últimas. Plantó una buena defensa, dominó el rebote y controló al perímetro rival. Y del otro lado lastimó repetidamente el corazón de la pintura boquense.

Los de Oscar Sánchez alternaron defensas individuales con zonales. Pero Peñarol lo sorprendió con una decisión superior a la de otras noches para tomar lanzamientos cortos. No sólo jugó para Leiva, siempre importante en el poste bajo. Quien verdaderamente burló las previsiones fue Leo Gutiérrez, quien buscó postearse permanentemente y tuvo éxito la mayoría de las veces que lo intentó.

Así el conjunto local cerró el primer cuarto 24-16 arriba. Ese margen le permitió a Sergio Hernández utilizar casi toda la rotación durante el segundo cuarto. Selem Safar entró particularmente certero. Con dos triples consecutivos (el segundo a la carrera después de una monumental tapa de Gutiérrez a Graves) en el arranque del parcial estiró la ventaja a 30-16, la máxima de la primera parte.

El conjunto marplatense se tomó un respiro a continuación y bancó la ventaja con la solidez de su defensa. Boca, con la producción de sus relevos (la media cancha integrada por Nocedal y Brussino produjo mucho más la dupla Stanic-O’Bannon), achicó el margen a siete puntos (42-35) cuando restaba poco para el cierre. Sin embargo, Peñarol volvió a ponerse fuerte atrás y corrió un par de veces el contraataque de la mano de Campazzo para irse al descanso por un tranquilizador 48-35.

La demolición continuó en el tercer cuarto. Con una defensa formidable, que dejó a los de Oscar Sánchez nada más que en once puntos. Y con la determinación de jugar interior. Sobre todo para Martín Leiva, quien hirió como en el cuarto de arranque.

La decisión de continuar con la tarea de desgaste lo mantuvo a Boca siempre lejos. Sobre el final del parcial, cuando la defensa boquense se hundió un par de veces para proteger la pintura, Ibarra y Safar anotaron un triple cada uno que llevó la renta a una máxima de 21 puntos (67-46, el resultado final del cuarto), que prácticamente liquidaron la historia.

Tanto que Hernández dejó a Gutiérrez y Leiva en el banco de relevos durante todo el cuarto final. Gracias a la solidez de todos no hicieron falta.

Síntesis
Peñarol (81):
F.Campazzo 4, K.Lamonte 9, M.Mata 10, L.Gutiérrez 12 y M.Leiva 12 (FI); M.Ibarra 5, S.Safar 17, A.Reinick 3, P.Barrios 6, F.Giorgetti 3 y S.Giletto 0. DT: Sergio Hernández.

Boca (69): M.Stanic 0, L.O’Bannon 5, W.Graves 9, M.Fierro 11 y D.Alston 8 (FI); M.Nocedal 13, J.Brussino 7, F.Martina 5, A.Diez 8 y M.D’Elia 3. DT: Oscar Sánchez.

Crónica: Diario La Capital
Fotos: Demián Schleider www.infoliga.com.ar
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