Quilmes vuelve a creer. Realimenta sus ilusiones y, a diferencia de los esbozos anteriores, esta vez parece tener bases más sólidas. Anoche le ganó un partido crucial a San Martín de Corrientes, en el «Gigante Rojinegro», por 77 a 75, por la 20ª fecha de la segunda fase de la Liga Nacional «A» de Básquetbol.
Fue, además, y con valor agregado, el primer triunfo en calidad de visitante de toda la temporada para el «tricolor», que no ganaba en esa condición desde el 8 de mayo de 2011, en la primera final del último TNA, curiosamente en el mismo escenario del partido de ayer. En aquella ocasión, el triunfo quilmeño llegó por 75 a 72.
Anoche, Quilmes inició con renovado ímpetu las acciones. Y con las bondades de su tiro exterior, sacó rápidas ventajas (18-7) antes de la mitad del cuarto de apertura.
Si bien San Martín intentó corregir, de la mano del impecable trabajo del dominicano Juan Coronado (10 puntos en el segmento), fue Clarence Matthews el que tomó la posta anotadora en Quilmes para extender a 23-14 la ventaja visitante.
Los cambios le dieron resultados al entrenador Facundo Müller, ayer responsable del equipo tras la salida del marplatense Leandro Ramella (de común acuerdo con la dirigencia correntina). Sobre todo, el de Ariel Eslava por un hasta allí pálido Jack Michael Martínez. El local se acercó, pero le costó armar juego y Quilmes cerró mucho mejor y con 4/7 triples se quedó con el primer cuarto.
El correcto trabajo de Fabián Elías Saad y la capacidad reboteadora de los mesopotámicos equilibró el trámite en el segundo parcial. Pero fue importante el esfuerzo de Louis Truscott y Axel Weigand para discutir la lucha aérea. Y también fundamental el buen ingreso de Facundo Piñero, quien en los últimos dos minutos del cuarto aplicó 2/3 en triples.
Para el comienzo del complemento, Quilmes se quedó sin juego y sin gol. Demoró casi medio cuarto para anotar sus primeros puntos (un triple de Nicolás Ferreyra, volvió a jugar en alto nivel). A esa altura, Martínez había regresado mucho más involucrado en el juego e hizo pesar su oficio, y William McFarlan se convitió en su socio ideal.
Para el segmento decisivo, arrancó prendido Mac Hopson, pero San Martín no se daba por vencido. Y aparecieron los nervios derivados de todo lo que había en juego.
Quilmes se imponía por 73-72 cuando falló Hopson un tiro de tres puntos y McFarlan tuvo otro triple para que pasara al frente el dueño de casa.
Pero también erró, y a 28 segundos del epílogo, Hopson no pudo con un tiro corto, aunque Truscott corrigió con el rebote ofensivo y el doble (75-72). En su siguente ofensiva, San Martín volvió a fallar, tomó el rebote pero no aseguró posesión, robó Gregorio Eseverri y la corrida terminó con doble de Ferrerya y festejo anticipado.
Crónica: Diario La Capital