Era la oportunidad más importante que tenía desde que perdió la categoría. Quilmes jugaba de local y tenía que ganar para ascender y lo hizo. En el último cotejo de la temporada llegó a su pico de rendimiento y demostró que estaba un paso arriba de su rival, a pesar de lo parejo que se dieron todos los encuentros.

El partido comenzó con un Quilmes tranquilo, que sabía que tenía tiempo y la serie a favor, por eso ingresó con mucha confianza, pudo hacer buenas ofensivas coordinadas, en tanto que la visita abusó del tiro externo y no tenía ideas. En ese contexto, el “Cervecero” pudo sacar rápidas ventajas de 12 a , con Maxi Ríos castigando desde el perímetro y Essengue haciéndose fuerte en la pintura.

Con el minuto que pidió D’Angelo mejoró un poco su equipo, pudo marcar algunos puntos más y de esa forma acomodarse mejor, ya que hasta los primeros 7 minutos era demasiado pobre lo que habían mostrado los de Corrientes.

La defensa con presión toda la cancha surgió efecto en San Martín, que complicó en más de una salida a Quilmes, con un parcial de 10-0, pero que cerró el cuarto con el tercer triple de Ríos, para terminar un poco más acorde al inicio.

En el segundo parcial mejoró la conducción de Vildoza y apareció Essengue cargando la ofensiva, para que los locales jugaran con mayor tranquilidad, con mucha rotación de pelota. Por el contrario su rival apostaba por algún contraataque o el tiro desde más allá de los 6,75 metros.

La defensa de Maciel se hizo gigante y San Martín chocaba sucesivamente contra un paredón, no podía encontrar respuestas con todas sus variantes y se sacaba rápidamente la pelota de encima.

El encuentro, que ya había sido interrumpido durante varios minutos al comienzo porque estaba el rectángulo estaba húmedo, tuvo otro largo parate. El entrenador visitante se trensó en una discusión con un plateista local y luego de algunos leves incidentes, el mismo fue penado con una falta técnica.

El largo tiempo perdido benefició claramente a San Martín, que le quitó el ritmo que había logrado Quilmes, hilvanó buenas contras, secó a su rival y logró situarse casi mágicamente a un punto de distancia. En la última jugada, el “Kily” Romero pudo hace su aporte en la serie, con un gran rebote ofensivo y luego logrando un buen doble más falta.

En el tercer parcial arrancó encendido el “Tricolor” y con un buen parcial de 6-0, otra vez estiró a 10 su ventaja. Pero tampoco fueron todas buenas noticias, ya que Essengue cometió un par de infracciones y con cuatro personales, debió abandonar la cancha durante varios minutos, cuando estaba siendo el estandarte y goleador del equipo.

El encuentro entró en un clima de play off como nunca en la serie, con ofensivas convertidas por ambos lados y una buena conducción de los dos equipos, que estaba parejo como siempre.

Quilmes redondeó un cuarto espectacular, con todo lo que tiene que tener un equipo para merecer el ascenso, porque lo jugó con intensidad, pero también fue inteligente y supo encontrar los caminos para llegar al éxito, de la mano de una buena defensa, que hizo que San Martin se desesperara con el correr de los minutos, a la vez que aumentaba el aliento de los hinchas que volvieron a llenar el Once Unidos.

En el último parcial, otra vez el pibe Vildoza se hizo cargo del equipo y con dos triples hizo que Quilmes pudiera mantener una ventaja que cada vez se le hacía más inalcanzable a los de Corrientes.

Como era de esperar, los de D’Angelo sacaron a relucir su amor propio, porque sabían que se les iba su última oportunidad y con mucho temple, pusieron el encuentro 69-64, a cuatro minutos del final.

Pero en ese momento apareció la hombría de los jugadores de Quilmes, quienes no permitieron puntos, hicieron correr la pelota, pudieron meter los libres claves y así definir el cotejo y la serie.

Sólo quedó tiempo para que se extinguiera el tiempo y Quilmes lograra el tercer triunfo seguido ante San Martín y consumara su vuelta a la Liga Nacional.

El “Cervecero” completó así una muy buena temporada, con el objetivo cumplido de volver a primera. Apoyado en Ortiz, Ríos, Maciel, Essengue, Eseverri y Vildoza, consiguió otra vez volver a la elite del básquetbol argentino en tan sólo un año, para volver a cruzarse en algunos meses con los mejores.

Su contracara fue San Martín, un conjunto que parecía que tenía el ascenso en sus manos en la final con Estudiantes de Concordia, pero no lo pudo conseguir. Aquí pasó algo similar, con una primera victoria y luego tres derrotas seguidas que lo dejaron nuevamente con las ganas del ascenso.

Síntesis:
Quilmes 77 (3):
Luca Vildoza 19, Maximiliano Ríos 17, Lucas Ortiz 1, Maximiliano Maciel 16, Gastón Essengue 16 (FI); Tayavek Gallizi 3, Gregorio Eseverri 2, Andrés Rodríguez 0, Cristian Romero 3, Facundo Grutzky 0.
DT: Leandro Ramella.

San Martín 67 (1): Ramiro Iglesias 9, Patricio Rodríguez 21, Agustín Carnovale 2, James Gordon 2, Santiago González 9 (FI); Iván Basualdo 7, Bruno Oprandi 2, Miguel Isola 15.
DT: Pablo D`Angelo.

Parciales: 17-11, 34-30, 61-47, 77-67.
Árbitros: Alejandro Trias, Maximiliano Piedrabuena y Leonardo Barotto.
Estadio: Once Unidos.

Crónica: Lucas Currá – especial para InfoLiga
Fotos: Demián Schleider www.infoliga.com.ar
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