El comienzo del juego fue decididamente malo, los dos equipos mostraron la falta de ritmo y la ansiedad por volver a la competencia inicial, con muchas pérdidas (algunas infantiles) y muy malos porcentajes en tiros de cancha. Casi 3’ tardó Quilmes en marcar sus primeros puntos con un doble de Romero, pero lo de Lanús no fue mucho mejor, que en 4’ apenas anotó 4 de la mano de Ariel Eslava. Sin embargo, la visita se acomodó mejor y encontró el aro de afuera con un triple de Mázzaro y otro de Ferrini que le permitió escaparse por 4-12, a falta de 4’35”. El ala pivote del “granate” estaba imparable para Romero y seguía marcando diferencia, por lo que Ramella pidió minuto. Sin embargo, la cosa no cambió, el “tricolor” volvió a perder dos pelotas innecesarias y Mázzaro metió 5 seguidos para sacar una máxima de 12: 6-18. El alero fue clave en el cierre del cuarto, que se fue con paliza de Lanús por un categórico 23 a 9.

La desilusión del primer parcial, cambió cuando al regreso del banco Luca Vildoza hizo su presentación en la temporada y levantó al público que le dedicó una verdadera ovación. La primera pelota que tocó el “pibe”, fue una gran asistencia para Gallizzi que convirtió y le sacó la tercera falta a Aprea. La actitud era otra, los chicos le dieron otro aire y empujaron al equipo. La desfachatez de Vildoza hizo que en la que se animó, se tiró hacia atrás, clavó una bomba de afuera, dejó el marcador a 8 (17-25) y obligó al tiempo muerto de Volcan Sánchez. Ahora era todo del “tricolor” que apabulló a Lanús, Piñero también lastimó de afuera, Gallizzi le sacó la tercera falta a Proby y marcó desde la línea para dejar el tanteador a 3: 22-25. La visita no reaccionaba y Quilmes hacía todo bien. La defensa era impasable y en ataque era una tromba, para meter un parcial de 17-0 que lo puso al frente por 26 a 25.

El parcial de Gallizzi fue brillante. Si bien los flashes se los llevó Vildoza, el pivote se adueñó de las dos pinturas, anotó, metió dos tapas, hizo todo lo que el puesto pide para ser también clave en la recuperación cervecera. En los dos minutos finales bajó la efectividad y un poco la intensidad de los de Ramella, pero era lógico. Igual el trabajo ya estaba hecho, se metió en partido, ganó el cuarto por 23 a 9, devolviéndole la gentileza del parcial inicial y llegando al entretiempo con el tablero igualado en 32.

A la vuelta de los vestuarios, con el quinteto inicial que no había dado pie con bola en el primer cuarto, Quilmes siguió igual. Menos intenso, con otro ritmo, pero con el control del partido, con Baxley tomando el protagonismo que no había podido tener, con Romero y Ghersetti sumando en la pintura y Sahdi poniéndole más pausa a la conducción. Eslava continuaba siendo el mejor hombre de Lanús y el que lo mantenía con vida, hasta que habló demás, le sancionaron la técnica que Baxley pagó con dos libres y un triple en la reanudación que lo alejó por 46 a 38 y obligó al tiempo muerto de Sánchez. El juego se equilibró de nuevo, pero el “tricolor” ya había sacado una buena diferencia y manejaba el desarrollo y el resultado. Los instantes finales favorecieron al “granate” que con un triple de Cuello y otro de Salles consiguió acercarse y dejar el marcador abierto para los 10’ finales: 56-52.

Ramella apostó al doble base con Sahdi-Vildoza y se entendieron para encontrarse y anotar. También volvió a ser importante el ingreso de Gallizzi, mientras que Lanús dependía exclusivamente de los lanzamientos externos, como el de Orresta que le permitió arrimar cuando Quilmes había sacado 8. Cuando se le cerró el aro desde afuera, la visita se quedó sin ideas y el “tricolor” empezó a escaparse. La frutilla la puso Vildoza, quién sino, con una “bomba” desde más de 9 metros para sacar 14 de ventaja: 69-55. El conjunto de Sánchez intentó aprovechar dos ofensivas mal trabajadas por Quilmes para acercarse, pero enseguida rompió el “tricolor. Con Gallizzi adentro y Piñero de afuera, otra vez sacó 12 (74-61), a falta de 4’ para el cierre. La visita ya no tenía fuerza para ir por la hazaña y los de Ramella se dedicaron a mantener la diferencia y decorar el triunfo con una sensacional volcada de Baxley que se quedó colgado del aro. En el minuto final, Lanús ensució el juego, lo sacaron al americano por faltas y lo buscaron para hacerlo reaccionar, Sahdi recibió una técnica y el partido terminó caliente de manera innecesaria.

Quilmes volvió del receso mostrando que mantiene la identidad, defiende, corre, todos ponen hasta la última gota de sudor y dejan el corazón en la cancha, para forjar una relación con su gente que devuelve de la tribuna lo que el equipo le brinda desde el rectángulo.

Quilmes (82): Fabián Sahdi 5, Walter Baxley 11, Federico Marín 5, Mario Ghersetti 8, Diego Romero 8 (FI); Luca Vildoza 8, Maximiliano Maciel 0, Tayavek Gallizi 21, Facundo Piñero 16. DT: Leandro Ramella.

Lanús (72): Hernando Salles 11, Julio Mázzaro 17, Federico Ferrini 8, Demetrius Proby 4, Ariel Eslava 19 (FI); Sebastián Orresta 10, Julián Aprea 0, Martín Cuello 3, Germán Fernández 0. DT: Miguel Volcan Sánchez.
Estadio: Once Unidos. Arbitros: Pablo Estévez y Leonardo Zalazar. Parciales: Quilmes 9-23, 32-32, 56-52 y 82-72.

Crónica: Sebastián Lisiecki – 0223.com.ar
Fotos: Demián Schleider www.infoliga.com.ar
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