En el primer juego en el que Julio Lamas contó con la plantilla completa -con la esperada vuelta de Fabricio Oberto- el equipo argentino entró al rectángulo con los dientes apretados. Puerto Rico era el rival que le daría la medida de su estado, y también se plantó fuerte.

Una muestra de lo tensionado que sería el partido lo dio la apertura del marcador: Nocioni falló dos de los tres tiros libres que tuvo por el foul en lanzamiento triple cometido por Balkman. El alero titular de Puerto Rico cometió en la acción siguiente una falta ofensiva, también contra Nocioni, y se condenó al banco. Puerto Rico siguió con otra falta en ataque y luego una infracción antideportiva -por último hombre- de Prigioni. Las fricciones y fallas parecían haber llegado para quedarse. Argentina recién pudo acomodarse promediando el cuarto, de la mano del propio Nocioni, sobre todo en defensa, y de Ginóbili. Scola estuvo impreciso, tanto en la pintura como desde la línea. Faltando 4:33, luego de un tiple de antología, Ginóbili arengó al público y el calor volvió a ingresar al rectángulo desde las gradas. El máximo griterío estalló cuando el reloj marcaba 1:54 para el final del primer chico: reapareció Fabricio Oberto. El primer divisorio culminó 21 a 18, con Ginóbili (8) en ataque y Nocioni en defensa como estandartes. Arroyo monopolizó la ofensiva de Puerto Rico y consiguió 9 tantos.

El segundo cuarto tuvo, otra vez, un inicio engorroso. Mucho contacto, pocos pases y lanzamientos forzados. Scola -sobremarcado- continuó errático y a poco del comienzo fue reemplazado por Nocioni. Ginóbili le dio lugar a Jasen y el quinteto argentino se hizo más perimetral. Los lanzamientos largos seguían sin concretarse y Lamas probó con variantes. Mientras tanto, Puerto Rico profundizó su juego de individualidades y así se mantuvo a distancia, como para prestarse el liderazgo del marcador con los locales. Promediando el cuarto, Lamas pidió un tiempo muerto y pareció dar en el clavo, porque la actitud del equipo pareció cambiar. Forzó posesiones largas del contendiente y ajustó los sistemas en ataque. Pero el remedio duró poco. El DT siguió rotando la plantilla y las soluciones se hacían esperar. Puerto Rico siguió haciendo su negocio, con Arroyo -intratable- a la cabeza. Sobre el final, con más actitud que volumen de juego, el combinado nacional pudo mantener el barco a flote sobre el final de la primera mitad, para irse al descanso largo sólo un doble abajo, en un encuentro de tanteador bajísimo: 34 a 36. Hasta allí, Argentina extrañaba a Scola (sólo 4 puntos y escaso protagonismo en los dos tableros).

El segundo tiempo pareció tener un inicio más auspicioso, con un doble de fantasía de Scola. Pero a poco de rodar, el equipo argentino se enmarañó de nuevo, y el marcador volvió a favorecer a los boricuas. Desde allí, Argentina comenzó a imponer su peso específico. Scola convirtió otros dos dobles consecutivos y una falta antideportiva en contra de Nocioni pareció marcar rumbos más esperanzadores. Faltando 5:50 Argentina pudo sacar nueve puntos de luz que parecían de oro. Un minuto después el combinado local ya había cambiado la cara. Al minuto del cierre del período, se logró la máxima distancia: 14 puntos. El chico cerró 62-50, con Barea, Arroyo y Santiago aguantando por Puerto Rico, y Ginóbili, Scola ya asentado y -poco a poco- Oberto, como valores del local.

La última porción fue toda de los Dorados. Nocioni volvió a encabezar la arremetida albiceleste y Arroyo -casi en soledad- sacó la cara por los visitantes. El juego se hizo más abierto. Argentina ya no dejó el liderazgo y ni siquiera la cuarta falta de Scola con 6 minutos por jugar hizo mella en el funcionamiento del local que mostró temple, pero también que tiene aspectos que ajustar para consolidarse a media que el torneo avance hacia las instancias decisivas. El resultado final: un 81 a 74 que demostró al equipo que puede remontar un comienzo adverso que no había sufrido hasta ahora. Los líderes fueron -naturalmente- Arroyo por la visita (24 puntos) y Ginóbili (23) por los locales.

Síntesis
Puerto Rico (74):
Juan José Barea 11, Carlos Arroyo 24, Ricky Sánchez 3, Renaldo Balkman 2 y Daniel Santiago 13 (FI), Michael Holland 5, Alejandro Carmona 0, Angel Álamo 2, Andrés Rodríguez 2, Manuel Narváez 10, Alex Galindo 2. DT Flor Meléndez.

Argentina (81): Pablo Prigioni 7, Emanuel Ginóbili 23, Carlos Delfino 14, Andrés Nocioni 9 y Luis Scola 16 (FI) Fabricio Oberto 2, Pepe Sánchez 4, Hernán Jasen 2 y Juan Gutiérrez 4. DT Julio Lamas

Crónica: T. Schleider, especial para InfoLiga