La está pasando muy mal Quilmes en su regreso a la Liga Nacional. El equipo marplatense no le puede escapar a su mal momento y ha vuelto a hundirse en una racha de derrotas que sigue machacando su ánimo, que ya anda por el piso. Anoche fue Bruno Lábaque el que se aprovechó de la crisis del “Cervecero” para llevar a Atenas a la victoria en el Polideportivo. Un gran último cuarto del base (10 puntos) rompió la paridad y deshilachó al equipo marplatense, que cayó 80 a 67 ante su gente y sumó su decimoquinta caída en los últimos dieciséis partidos.

A Quilmes le costó desde el comienzo. Porque a sus habituales dificultades para anotar se le sumaron problemas defensivos que demoró algunos minutos en resolverlos. Atenas, con cuatro abiertos y Melvin como referencia en la pintura, marcó diferencias a partir de una buena circulación de balón. Y de la inteligencia de Lábaque para alimentar a los tiradores. Lescano (7 puntos en el cuarto) estuvo certero y Gerlero (6) sacó ventaja en su emparejamiento con Hopson. Le resultó difícil a Quilmes escaparle a la presión extendida que ensayaron los cordobeses, mucho más aplomados en el inicio (18-7). No obstante, Sciutto (7) aportó decisión para atacar el canasto y lideró la reacción quilmeña. El elenco marplatense, que había probado sin éxito con una defensa zonal 3-2, al menos pudo ponerse de pie en el cierre de un primer parcial favorable a Atenas (20-15).

El “Cervecero” extendió su mejoría en el segundo segmento. Las salidas de Lescano y Gerlero le quitaron poder de gol a Atenas y Quilmes aprovechó para solidificar su defensa. Truscott le dio presencia en los rebotes y adelante, con Ferreyra de conductor y Hopson de definidor (anoche no ofició nunca como base), encontró el gol que le faltaba. Muy certero estuvo Hopson en el cuarto (13 puntos, con 3/3 en triples), para que el equipo marplatense logre pasar al frente (26-24). De todos modos, un buen regreso de Gerlero (4) y un activo pasaje de Rivero (4) le devolvieron la delantera a Atenas antes del descanso (41-35).

La influencia de Lábaque creció en la reanudación y Atenas, con un goleo repartido, volvió a distanciarse. Advertido de la merma defensiva de su equipo, “Beto” Martínez mandó a la cancha a Sciutto para contener al base. El ingreso del escolta frenó el buen pasaje de los cordobeses, que se habían escapado a doce puntos de distancia (52-40). Controlado Lábaque, el equipo de Nestor “Che” García ya no tomó lanzamientos tan cómodos y Quilmes recuperó confianza. Y entre Maye (9) y Weigand (7) disimularon el descanso de Hopson, para acercar al “Cervecero” en el cierre del tercer parcial (57-54).

Pero Lábaque empezó a decidir el destino del juego en el último cuarto. Con Sciutto sentado en el banco, fue un recital del conductor de Atenas, que se lució ante la frágil defensa de Ferreyra y anotó a placer los primeros 9 puntos de su equipo en el cuarto. Suficiente para desmoronar a un Quilmes que ya no tuvo más que hacer. Sin respuestas anímicas para esbozar una reacción, no hubo presión ni doblajes que alcancen. Y la gente expresó su bronca en el cierre. La pesadilla del “Cervecero” parece no tener fin.

Crónica: Ricardo Juan – Diario El Atlántico