Muy pocos creían que este Quilmes iba a vencer a este Obras Sanitarias. Porque el equipo capitalino es el mejor del torneo y porque el equipo marplatense tiene el peor récord. Pero en este choque de extremos, en el que pocos apostaban por el local, apareció la actitud, la entrega, y por momentos hasta el buen juego, para dar el batacazo del año y tener una alegría más que merecida. Fue triunfazo por 80 a 74, por la 18ª fecha de la segunda fase de la Liga Nacional de Básquetbol. El panorama es mucho más optimista, sobre todo por las derrotas de 9 de Julio, Olímpico y San Martín de Corrientes.
Quilmes produjo un interesante primer cuarto con defensa dura sobre Juan Gutiérrez y mucho juego interno. Aún con un equipo pequeño en cancha, que dio ventajas en el rebote de su propio canasto, pudo jugar de igual a igual contra el mejor equipo de la competencia. Primero fue con el aporte de Weigand y su efectividad y luego gracias a los triples de Ferreyra para complicar a un Obras que tuvo como principal referente ofensivo a Fells. Sobre el cierre Quilmes mejoró la pérdida del rebote con el ingreso de Truscott, pero Gutiérrez tuvo más chances para convertir. Así todo fue muy parejo y la visita apenas ganó el primer parcial por una mínima ventaja, 21-20.
La actitud del local se mantuvo intacta en el segundo parcial. Con mucha contracción para defender no permitió que Obras convierta fácilmente. Todo era muy forzado para el puntero que buscó por todos los medios mejorar su juego, pero solamente atravesó el mal momento con algunos aciertos de Mázzaro. Truscott ganó el duelo de internos y a pesar de no ser tan prolijo como en el cuarto inicial, en el que apenas perdió un balón, Quilmes tomó una pequeña diferencia, 32-26. Y como si fuera poco en los minutos finales apareció en toda su dimensión Hopson, Weigand regresó en gran nivel, Ferreyra hizo la suyo, e inesperadamente cerró el primer tiempo como muy pocos esperaban, 46-36 al frente.
La vuelta de Osimani le permitió a Obras más fluidez ofensiva. Con su visión, más los puntos de Washam la visita descontó y se puso muy cerca, 53-48. A Quilmes ya le costaba mantener el nivel de los primeros veinte minutos y los problemas para anotar se acrecentaron. Pero así y todo no perdió la ventaja en el tanteador, para ello fue importante la cuota de gol, hasta allí ausente, de Smith. Y hasta se bancó el descanso obligado por cuatro faltas de Matthews, de gran tarea defensiva, que permitió el lucimiento de Gutiérrez -7 puntos seguidos-, para ingresar al cuarto final arriba por 64-58.
En los últimos diez minutos Quilmes se jugaba muchas cosas, y así lo entendieron todos. Después de tanto esfuerzo el local no estaba dispuesto a dejarse llevar por encima de Obras que llegó a ponerse muy cerca, 66-63. Pero hasta allí Quilmes permitió la reacción. Weigand anotó y defendió como nunca, Hopson colaboró con puntos valiosos y Truscott no le dejó tocar el balón a Gutiérrez para tomar otra buena ventaja, 75-63.
Obras no bajó los brazos, Washam y Osimani intentaron poner otra vez en juego a los suyos, aunque la historia ya estaba juzgada. Nada podía sacarle la victoria a Quilmes que lo cerró a su favor por 80 a 74 para dar el gran batacazo de la temporada.
Crónica: Leonardo Rodríguez – Diario La Capital
Fotos: Demián Schleider www.infoliga.com.ar
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